Relatos de los Jueves ( Divertimentos)

 

Este jueves tenemos nuevo reto, esta vez Neogeminis nos ofrece divertirnos en compañía  de todos los participantes cuando leemos los textos, ya que la diversión está más que asegurada así pues manos a la obra..Para leer todos solo tenéis que pinchar en la imagen de entrada y os llevará a ellos. Un fuerte abrazo y feliz semana amig@s.

Una tarde en la Cocina

Lola era la más pequeña de los tres hermanos, aquella tarde de principios de otoño se quedaría con sus hermanos en casa, pues sus padres saldrían de compras.

— Niños, espero que os portéis bien y no hagáis ningún desastre, no tardaremos mucho, cuidaros mutuamente y pasarlo bien ,Carlos tú como mayor, te hago responsable de tus hermanos.

— Vale mamá, no te preocupes, los cuidaré tan bien que no querrán que volváis en tres días.

— No te pases grandullón, vigila que tu hermana no se meta en ningún lío, ya sabes lo despistada que es.

— De acuerdo, pasarlo bien.

Al cabo de un ahora Lola estaba más aburrida que una ostra, así que puso rumbo hacia la habitación de sus hermanos.

— Chicos, estoy muy aburrida, podríamos jugar al escondite.

— ¡A ver Lola, estoy ayudando a Juan hacer los últimos deberes, si esperas un poco ya veremos a que jugamos!

La pequeña cerró la puerta y bajó a la cocina, no podía esperar tanto tiempo, debía entretenerse en algo.

Abrió la nevera, vio que estaba repleta de varias frutas, así que sacó todas y las puso encima en la mesa, del mismo modo abrió los cajones y vio unos palillos de madera que su madre empleada para hacer pinchos morunos, se subió encima de un taburete y comenzó a prepararlo todo.

Cómo coger el cuchillo lo tenía prohibido, con sus pequeñas manos, fue desgranando uvas, gajos de mandarinas y partió como bien pudo los plátanos en trocitos.

 Aquellos manjares estaban listos para ponerlos en los palillos, y sin darse apenas cuenta había formado unas lindas y coloridas brochetas de frutas.

 Cuando las estaba colocando en una bandeja oyó que sus hermanos bajaban las escaleras, entraron a la cocina y vieron la bandeja, se les abrió la boca y los ojos al mismo tiempo, ambos cogieron a su hermana y la lanzaron en volandas dándola besos por todas partes.

— ¡Esa es mi hermanita, serás una buena cocinera, como mamá!

Aquella tarde se divirtieron de lo lindo, una vez todos en la cocina decidieron hacer un pastel, jugaron con la harina, y compartieron el mejor crepúsculo, los tres hermanos unidos por un mismo juego...Cocinar, pero lo mejor eran sus caras cubiertas de harina, de diversión y felicidad.

Campirela_