La propuesta de este jueves por Tracy , es escribir una carta aquellos amigos que por una u otra razón ya no tenemos contactos con ellos, son fechas de recordar, pues bien cada uno es libre de recordar a quien eche de menos ..Si pincháis en la imagen os llevara a la convocatoria . Muchas gracias .
Mi querida amiga:
Hace demasiado tiempo que partiste a ese lugar del cual nunca regresó nadie, tu partida me dejó desgarrada, nunca se espera un final y el tuyo fue demasiado pronto.
La primera semana fue de rabia absoluta, por qué tú, un alma que jamás hizo daño a nadie,¿por qué ahora?
No solo era mi dolor de haber perdido a mi amiga, aquella que me acompaño en mi adolescencia y juventud que compartimos confidencias, era ver a tus hijos destrozados ante un futuro incierto y la ausencia del amor de una madre.
Hoy mi amiga, te escribo para decirte — sé que lo leerás— que tus hijos se hicieron hombres que tienes tres nietos adorables, estoy segura de que desde allá en ese horizonte blanco los cuidas con mimo y dulzura, no esperaría menos de ti.
Por estos lares, no solo yo te echo de menos, cada vez que me cruzo con tu hermana siempre tenemos como despedida alguna anécdota de nuestra juventud, y mi querida Alejandra siempre terminamos con una sonrisa en los labios, porque así quiero recordarte y así lo hago.
Ahora, cerraré esta carta y cada veintiuno de junio, agregaré algo más, no solo te tiraré de las orejas y mandaré un beso al cielo, te contaré las peripecias que aquí abajo en este otro mundo nos acechan cada día…
Con un fuerte abrazo te diré, que me esperes allá donde estés, pero eso sí, sin prisas.
Tu amiga que te quiere y no te olvida...
Angelita
Los Amigos" Julio Cortázar"
En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más, pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
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