Relatos de los Jueves( Al otro lado de la puerta)

 

Este jueves tenemos un reto arduo pero lo vamos hacer como de lugar nada más y nada menos es un homenaje al gran Allan Poe.

Nuestra anfitriona nos propone que hagamos un relato respetando las normas, basándonos en el dibujo que nos da como muestra, usando los elementos que vemos en los pisos correspondientes a esa comunidad de vecinos ...el formato puede ser como más nos guste...así pues vamos a ponernos a ver que nos sale . La trastienda del pecado

Después de llevar un mes en el nuevo edificio por fin me quedó claro que no regresaría a mi antigua casa. No conocía a nadie del nuevo barrio, el edificio no es que estuviese mal pero los vecinos eran extraños.Esa noche me quede sola en casa, mis padres salieron a cenar, ya no necesitaba niñera pues con quince años soy toda una adolescente, me dedique a ver  la televisión y oír un poco de música. Así que me puse el tocadisco a tope y como una loca bailaba en mi cuarto, cuando oí unos golpes en la pared._ Ya esta el abuelete dando martillazos ¿ me pregunto que hará a estas horas todas las noches?Seguí con mi música pero esa noche los golpes se oían que parecieran que estaban en mi habitación. Apague mi equipo y decidí poner la oreja._  Al instante dejó de sonar, pero empecé a escuchar unas voces raras, apenas se entendía lo que decían, estas venian del piso de arriba, alli vivia una abuela con su nieta más o menos de mi edad. _ Creo que la noche va ser movidita, los vecinos se han puesto de acuerdo en molestar.Mientras me fui a la cocina a preparar una hamburguesa doble pues el hambre apretaba y hoy no tenía a mi madre dándome la coña, que no comiera tanta comida basura, me daría un festín, para algo era viernes y estaba sola en casa!!._ De repente un fuerte golpe sonó detrás de la puerta y allá que fui a mirar desde la mirilla _ que buena idea tuvo mamá cuando la puso de las buenas _ allí estaba mi vecino del primer piso, un señor raro, raro, con su cuervo al hombro subiendo un saco, debía de pesar mucho pues iba fatigado. Se paro enfrente de mi puerta y menos mal que mis reflejos son rápidos quite la cabeza no fuera a ser que me viera cotilleando. Al segundo volví a mirar para ver que estaba ocurriendo en mi rellano y, ahí  seguía subiendo el misterioso saco; de repente la historia se complicaba, casi no me daba giro la mirilla pero pude observar que se cruzaban en la escalera el vecino más joven con su gato negro y otro saco... ¡Pero bueno esta noche pareciera la noche del hombre saco!_ Ambos chocaron pues los dos no podían ni uno subir ni otro bajar, cuando de repente la nieta sale corriendo y salta entre los dos, esa chica tenía un muelle en los pies, no podía ser lo que vi, en ese momento pensé que bien que mis padres no me hayan hecho ir a cenar con ellos, esto mañana lo cuento y no me creerán._ Cuando parecía que se habían puesto de acuerdo en dejar bajar y luego subir, los sacos respectivos se abrieron y cual no fue la sorpresa allí no había cadáveres no, eran melones._ Al fin se aclaró el robo del puesto de la plaza, cuando llegó la policía a revisar sus pisos hasta debajo del parquet tenía un socavón donde guardaban  el género._ Mientras estuve mirando por la mirilla, pensé que detrás de la puerta mis vecinos  eran siniestros y maléficos  y, que va solo eran estraperlistas de la vieja escuela...  y yo pensando en el cuento de "La casa de Allan Poee"
Campirela_