Relatos de los Jueves ( El Pueblo de los plop)

Este primer jueves del mes de Agosto tenemos un reto muy mágico, vamos a ver si somos capaces de entrar en el pueblo de Plop y hacer algo maravilloso, al menos lo voy a intentar a ver si me gano un billete ...Podréis leer muchos más en el siguiente enlace. Lazos y Raíces

El enlace del botón y el ojal

Corrían tiempos difíciles, había escasez de todo pero la vida continuaba y en casa de mi Ama había un gran problema, o al menos eso decía la señora.

Faltaba poco para la fiesta de fin de año y aunque no sería tan lujosa como la de otros años , el Médico del pueblo y su mujer daban una cena el día después de Navidad.

La Señora había adelgazado tanto de la pena de la pérdida de su marido y no tener comida para entrar en esa linda boca que todos los vestidos le estaban como sacos de patatas, pero que hacer si no tenía ni un real  y a la cena no podía faltar, las habladurías dirían que estaba arruinada y eso no se lo podía permitir.

Cogió su mejor vestido y me hizo llamar.

_ Marcela, quiero que vayas a la vieja costurera y encargarle que me arregle el vestido tiene que haber una manera elegante que achicar para que no me quede tan grande, dile que no se preocupe que se lo pagare, con la venta de aceite de  este mes.

Con el vestido en un bolso me dirigí a casa de la vieja costurera, tenía fama de ser hábil con aguja y el dedal, veremos a ver que era capaz de hacer con ese trapo que ni vestido parecía  ya.

_ Buenos días tenga su merced, aquí le traigo pa que arregle este trapo grande y haga de él un vestido elegante para mi señora , y que sepa usted que cobrará con la venta que ha de hacer.

La costurera miro en el cesto y solo la dijo:

 En tres días has de venir y si no traes los reales aquí se queda la prenda que ha de lucir.

Esa misma tarde dio mil vueltas a la prenda hasta que se le vino la idea a la cabeza , había que hacer un casamiento entre botón y ojal pero no un casamiento cualquiera porque había que achicar aquel retal.

De debajo del dobladillo corto dos trozo de tela y los cosió en la espalda del vestido,  con un hilo fuerte y  tono oscuro cosio bien lo botones , uno frente al otro con distancia por el medio  ese era el camino que debía sujetar para que el vestido le quedara pegado a ese cuerpo de la dama viuda.

Aquella mujer un tanto extraña tenía su ritual, ella sabía que los botones y ojales eran más que objetos sin vida, pues ambos eran necesarios para construir prendas y agarrar trapos, por eso en ese momento se dijo ... A ver botones que ojales queréis como compañeros , ahí estaban clavados en la tela pero no decían nada, hasta que se giró y vio uno lazo de raso de color blanco, y como si ellos hablaran completo el trabajo ellos casaban con los botones entrelazados nunca mejor definición , era el casamiento de botón y ojal .

Así culminó su obra con diez botones y una gran lazo de raso, el vestido quedo como el mejor del lugar.
Mientras los botones y ese falso ojal de lazo de raso iban camino de la dueña del sayo, hablaban entre ellos, esperamos que nos trate bien y no , nos devuelva al cesto con plop otra vez.

A veces los objetos menos insignificantes  nos hacen la vida más bella.

Campirela_