Taxista.
Una situación embarazosa
Me había quedado viuda con tres hijos en edad escolar, el mayor tenía 13 años y el más pequeño 9, mi marido que en paz descanse y dios le tenga en la gloria era un agricultor que era feliz en el campo labrando con el tractor las pocas tierras que teníamos. Pero que nos daban para mantener a nuestros retoños y sacar el día a día el pan de la comida. Pero Dios quiso que un accidente tonto se lo llevara en plena madurez.
Una que era muy ordenada y cuidadosa con las cosas guardaba mi diario que todas las noches antes de dormirme le contaba lo acontecido en el día, ese día desastroso la tinta de la escritura emborronada por las lágrimas derramadas, hoy hace un año que se nos fue. Desde entonces no había vuelto a coger mi diario de notas.
Hoy lo abro para decirle que me ha salido un empleo, y que debemos de irnos a la ciudad, o bien que mis hijos se queden en el pueblo con mis padres.
Todas las que marchan a la ciudad van servir yo voy en taxista, si diario, de sobras sabes que Genaro me enseñó a conducir el tractor y mira ahora me viene bien, un señor que viene a veranear al pueblo tiene una red de taxis y necesita un conductor y me dijo que era mío, eso sí, de prueba un mes si no le daba ganancias me iba por donde había llegado.
Después querido diario de pensarlo mucho mis hijos han decidido terminar el curso escolar y si a mí me va bien en la ciudad buscaremos algún piso de alquiler y me los llevaré conmigo, pero hasta entonces me quedo en la pensión de la Tía Luisa, tiene una en el centro de la ciudad y está muy apaña de precio. Con el sueldo que me va a pagar Don Eduardo me queda unos buenos cuartos para ir ahorrando. Y no hay que olvidar que las tierras del pueblo las tengo arrendadas. Bueno diario ya te iré contando cómo me va en el asfalto.
A los tres meses de recorrerme durante 12 horas las calles me las conozco a ciegas, la verdad que al principio tuve mis discusiones con los compañeros, no eran muchas las mujeres a un volante me refiero de trabajo, aunque estábamos en los ochenta todavía hay muchas cosas que deben cambiar y aquí en la ciudad me estoy dando cuenta que son más libres, pero las cabezas les queda mucho que avanzar.
Por las noches es peligroso hay mucho mareante y sinvergüenza, eso sí siempre voy con la emisora puesta por si las moscas...
La noche de actos fue la más embarazosa que he tenido en los tres meses que llevo trabajando.
Mi querido diario ahora que estoy ya en la habitación de la pensión tengo que escribir para que esto no se me olvide en los restos de los días de mi vida.
Llevo unas noches que a la misma hora donde tengo mi salida del taxi se sube una señora elegante y buen porte que me dice siempre lo mismo.
"Por favor, calle Sal Si Puedes número tres."
Así llevo una semana, ella callada yo sin decir ni pío baja me paga y me deja siempre cincuenta pesetas de propina.
Esta noche he pasado el mayor de los bochornos, y te escribo mi diario el porqué de la situación.
La señora elegante subió como cada noche y lo mismo de siempre, pero esta vez cuando ya había bajado y volví a recoger otro servicio el señor que se subió me dijo que había un paquete, enseguida me di cuenta que era de la señora elegante, así que cuando lo lleve a su destino al señor pensé que la mejor solución era ir a las señas que siempre la llevaba y entregárselo en mano podría hacerle falta no se me ocurrió que tal vez mañana la volvía a ver de nuevo.
El caso que cuando llamé en el número tres de la calle Sal si Puedes me abrió un señor muy atractivo, al verme él se quedó sorprendido porque me dijo _ ¿ qué haces tú aquí?. _ Perdone pero yo no le conozco, vengo porque la señora que traje hace menos de una hora a esta dirección se ha dejado este paquete en el taxi, antes de seguir hablando me lo cogió y me dijo gracias no te preocupes yo se lo daré y medio con la puerta en las narices, me di cuenta que llevaba un reloj que ya lo había visto en otras ocasiones y después regresando al coche, no sé noté que algo en él me era familiar.
Pasaron varios días sin que aquella mujer elegante apareciera por la parada de taxis, hasta que esta noche allí volvía a estar a la misma hora. Abrió la puerta y dijo la misma cantinela, pero antes de cerrar la puerta un hombre se metió justo detrás de ella, cerraron y con voz pertinente me mandaron que rápido a la calle......
En el trayecto ambos se les oía por lo bajo discutir mirando a través del retrovisor vi el mismo reloj del caballero que me abrió la puerta en su muñeca eso me sorprendió, pero más fue cuando en un aspaviento de manos el otro caballero le quitó la peluca y vi que era el hombre.
Las lágrimas de ella o él corrían por esas mejillas repletas de maquillaje y colorete, su voz era la misma al escucharle gritar con su acompañante ya no podía fingir más y suplicándome me dijo que parará que se bajaba no aguantaba más a ese impresentable. Paré el coche y obligué de las mejores formas que bajara el acompañante que si no llamaba a la policía pues la emisora del taxi estaba abierta y todos mis compañeros estaban informados. Este se bajó no sin antes darle un bofetón a mi señora elegante. Una vez se fue volvimos al taxi, esta vez puse dirección a un parque y allí aparqué.
Me senté detrás de ella y dejé que llorara en mi hombro.
La vida es injusta y cruel con aquellos que no entendemos, pero que son iguales con sentimientos y emociones, vivir dentro de un cuerpo que no corresponde a los sentimientos es muy difícil. Él era una mujer en toda regla, y vaya mujer.
Fue bochornosa la escena pero hoy ha pasado tiempo mis hijos están a mi lado, sigo siendo una taxista como la copa un pino, sé de tantas historias como vidas hay y ella sigue siendo mi fiel cliente de todos las noches a la misma hora.
Mi trabajo es parecido a un gabinete de psicólogos, en él hay tantos secretos contados a una desconocida mientras les llevo a sus destinos que se alivian y yo los guardo como oro en paño en mi diario...
Relatos pertenecientes a la propuesta: "Diario De Vacaciones" (Julio Y Agosto) Lovelybloggers
Una historia muy bonita y con un trasfondo humano muy potente. La de cosas que verán los taxis y sus conductores. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Neu, te diré que hoy no me dejo comentar tu entrada sobre las huellas la mar de interesante y ahora acabo de volver y ya me dijo no sé qué ocurre, pero hay varios blogs que me pasa lo mismo.
EliminarUn abrazo y mil gracias por tu comentario. muskisssss.
Me alegra que hayas podido entrar de nuevo, un abrazo
EliminarSi, para mi que ha sido un fallo de ellos. Un besazo
Eliminarme encanta la protagonista de este relato, además las mujeres taxistas suelen ser muy simpáticas. hace treinta-cuarenta años, los problemas de identidad de género eran poco visibles, y menos aún comprendidos.
ResponderEliminarme ha hecho gracia el nombre de la calle, sal si puedes, jeje.
besos!!
ajjaaj, habia que darle un toque de humor y te diré que esa calle existe en el municipio de Villaverde, escrito todo junto.
EliminarY sí, las mujeres taxistas tuvieron que hacerse poco a poco un hueco en un trabajo que era absoluto de los hombres, pero gracias a Dios eso ya pasó y hoy se pueden ver conducir autobuses como trenes. Hemos avanzado aunque parezca que no, y eso es un signo muy favorable.
Un besote amigo y espero que comiences el mes de Septiembre con tus clases.
Menuda campeona del relato que estás hecha.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Gracias, como verás este mes de Agosto lo he aprovechado dándole a la tecla, y bueno bien no sé si estará pero a mi me ha venido genial, la cabeza ha estado la mar de entretenida jajaaj. Un beso Pitt, y te deseo felices sueños.
EliminarUma história muito interessante!! :))
ResponderEliminarBeijo, e uma excelente noite.
Muchas gracias Cidália, te deseo una muy feliz noche.
EliminarBesitos!!
Muy buen cuento Campi, me encantó. Una trama diferente y bien narrado.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias, es una historia en la que a veces hay que saber guardar el secreto al cliente que se lleva a un lugar, y ese roce diario crea lazos entre la personas. Un fuerte abrazo y muy feliz noche.
EliminarUna buena historia. De las que enternecen y reivindican.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Alfred, lo cierto es que en ese medio de transporte ocurren muchas cosas, hasta nacen niños jaja. Un fuerte abrazo !!
EliminarHumana y creíble historia. Me encanta como las cuentas imagino que estamos charlando frente a un café mientras me la cuentas. Abrazos
ResponderEliminarEso me parece genial, ese calor humano que se transmite es lo mejor. Muchas gracias Ester, y sabes una cosa, me encanta contar historias es algo que me nace. ajajja Un besazo tremendo .
EliminarUna bella historia amiga mía de las muchas que se suelen dar en los taxis, seguramente muchos taxistas habrán tenido que hacer de todo en muchas ocasiones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen mes de septiembre.
Muy buenas noches, además que si , el servicio del taxi no es solo de transporte sino muchas veces sirve de terapia a muchas personas solitarias, hay que reconocer que saben escuchar y guardar secretos. Un abrazo y los mismo para ti.
EliminarUn abrazo y felices sueños.
Buen relato, como la vida misma, llena de sorpresas y los taxistas son como dices, conocen muchas historias heredadas de sus pasajeros.
ResponderEliminarBesos dulces Campirela y dulce semana.
Imagino que tendrán infinidad de anécdotas y cada una de diferente estilo pues la de secretos que guardarán.
EliminarGracias Dulce, un besote de miércoles.
Este relato tuyo me recordó a un tsxists que había tomado para iun viaje largo. El tenía 2 volúmenes escritos de "Las memorias de un taxista" contando anécdotas (todas con nombres ficticios para preservar a privacidad) y algunas eran para destornillarte de risa.
ResponderEliminarY de las mujeres al volante te siré qie cuando me tocan en taxi o en Uber me pongo contenta.
Besos
Si lo pensamos bien son portadores de tantas historias que tendrían más de dos volúmenes para escribir. Creo que hacen a parte de un servicio de transporte otro mayor, es de saber escuchar a personas desconocidas en un momento determinado. Un beso Myriam, buen miércoles y te me cuidas muakk.
EliminarTu taxista me ha resultado entrañable, muy humana. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias amiga, eso me pone contenta que te haya gustado. Un besote grande, feliz miércoles.
EliminarPreciosa historia de principio a fin, los taxistas son recipientes de secretos, conocen mil historias pero también están expuestos al peligro.... Saludos amiga.
ResponderEliminarEllos tiene esa habilidad de quien sube en su vehículo se abre a ellos, es como que les incita a contarles sus secretos. Un abrazo con todo cariño Sandra.
EliminarBuenísima historia mi amiga
ResponderEliminarCampi,los taxistas tienen
historias increíbles, y tu lo
dices muy a tu estilo divino.
Besitos dulces
Siby
Ya te digo, son psicologos del viajero ajjaja. Muchas gracias cielo. Besazo inmenso y te me cuidas mucho.
EliminarPor aquí ando de nuevo, preciosa. Voy regresando poco a poco...
ResponderEliminarDarte nuevamente las gracias por tus participaciones, y deseándote un feliz mes que acabamos de comenzar.
Eres una crack!! 😉
Abrazos enormes 💙
Oleeeeeeee, esa chica guapa bienvenida a mis dominios ajjajaja.Las gracias a ti siempre eres tú la artífice de todo esto y vaya que me alegro porque me pones las pilas y aquí tienes los resultados. Un besazo y gracias Ginebra.
EliminarLa de aventuras y desventuras que vive cada taxista y por supuesto cuando son mujeres, no importa la ciudad o el tiempo... siempre hay una mente retrógrada que no acepta al otro por la condición que sea. Sigo viendo varias lecturas y te felicito de nuevo, mi niña.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y muy feliz tarde ♥
Siempre me he preguntado que este trabajo tiene también sus cosas malas en esa noches cuando recogen algún personaje sospechoso y lugares inquietantes y ellos sin decir ni pío los llevan a sus destinos. Sin duda historias habrá un montón donde la vida en ese lugar de cuatro ruedas puede cambiar el destino ...Un abrazo y besico con todo cariñito muakkk.
EliminarInteresante y fascinante relato como nos tienes acostumbrados, sin duda los o las taxistas ven de todo, lo que si no concibo es que una mujer sea vistima de cual quiere maltrato o discriminacion cual quiere ser humano, no tiene importancia si es el o ella y eso que importa es un ser humano.
ResponderEliminarUn placer pasar por tu espacio Campi y disculpa la tardanza, aveces tengo problemas de salud que me dificultan estar seguido. Abrazos
Muy buenas Jorge lo primero es tu salud así pues cuidate mucho.
EliminarGracias siempre por estar no importa la tardanza lo importante es llegar jaja. Un abrazo y te deseo un muy feliz jueves.
Interesantísimo relato. Me ha mantenido expectante todo el tiempo.
ResponderEliminarUn trabajo el de taxista que lleva a descubrir tantas cosas...
Muy bueno👏🏼
El taxista a veces hace de psicólogo cuantas cosas no habrá visto en esos recorridos en la madrugado cuando la noche es oscura y las sombras salen a la calle. Un abrazo y gracias por tu comentario.
EliminarHola,
ResponderEliminarQue bonito texto, Campirela!
La verdad es que los taxistas tienen miles de historias, secretos y anécdotas que encierran en sus viajes. La protagonista es una persona empática, que intenta experimentar de forma objetiva y racional lo que siente por sus clientes. Me gusta como narras tus historias.
Abrazo
La taxista se portó de lujo con su cliente, asi es como debía ser. Toda una aventura.
EliminarMuchas gracias cielo, una feliz semana.