SOMBRAS EN EL HOGAR
La casa de los Martínez solía estar llena de risas. Las tardes de domingo eran sagradas, toda la familia en el salón, reunidos, viendo películas, compartiendo historias, disfrutando de la presencia familiar. Pero poco a poco, las sombras comenzaron a colarse entre las paredes de su hogar.
Primero fueron las ausencias de Pablo, el hijo mayor. Se quedaba fuera hasta tarde, y cuando volvía, su mirada era distinta, cansada, esquiva, perdida en un mundo que nadie más podía ver.
Luego vinieron las discusiones. Su madre lloraba en silencio, su padre gritaba intentando hacerle entrar en razón, su hermana menor se encerraba en su cuarto, temiendo el siguiente estallido.
Las cosas empeoraron cuando Pablo comenzó a vender cosas de la casa. La televisión desapareció primero, luego el reloj de su padre, luego la bicicleta de su hermana. Cada objeto vendido era un pedazo más de la familia que se desmoronaba.
La confianza se rompió, y el miedo se convirtió en un huésped permanente en la casa de los Martínez.
Una noche, todo llegó a su límite. Pablo entró furioso, buscando dinero. Su padre se interpuso. Hubo gritos, empujones, lágrimas. Y entonces, un golpe-Silencio- Su madre corrió a llamar a una ambulancia mientras Pablo temblaba, consciente de lo que había hecho.
Esa fue la noche en que decidieron pedir ayuda. No podían seguir así. Buscaron apoyo, acudieron a terapias familiares, encontraron profesionales que les guiaron en el camino de la recuperación. No fue fácil, pero con el tiempo, lograron reconstruir lo que las drogas casi les habían arrebatado.
Hoy, la casa de los Martínez ha recuperado parte de su luz. Las heridas siguen ahí, pero han aprendido a sanar juntos. Porque, al final, la familia es el refugio más fuerte, incluso ante las sombras más oscuras.
Nota: Este texto en ficticio, pero repleto de una realidad que por desgracia se vive en muchos hogares, destruyendo familias como esta, pedir ayuda es necesario cuando nos veamos en una encrucijada, si ponemos de nuestra parte podemos llegar atajarlo.
Campirela_
Buenas noches Campirela. Me ha gustado mucho tu relato pero para terminar con la droga es necesario desde la infancia aprender a ser feliz y eso, no se hace. Por este motivo la gente busca un alivio en la droga; al principio poco pero la dosis aumenta y aumenta hasta que llega un momento donde relatas en tu entrada.
ResponderEliminarUn saludo de Buscador.
Gracias, Buscador.
EliminarMira la infancia es lo más importante de todas las etapas de nuestra vida, si en ella el cariño es real, no se cometerán tantas barbaridades, porque en realidad el ser humano solo busca cariño y ser aceptado, y si no lo encuentra en las personas se enganchará aquello que le permita aunque sea mentira . Como son las drogas.
Un abrazo.
Hola Campirela, aunque tu historia es ficticia, es muy real, cuántos casos hay así, la tuya tiene un final feliz, pero no todas es así, hay muchos casos donde termina muy mal, realmente es un flagelo enorme la droga.
ResponderEliminarMuy buena historia, con un final esperanzador.
Un abrazo grande
PATRICIA F.
Así es, ojalá todos tuvieran un final bonito , por desgracia no lo es.
EliminarLa vida tiene encrucijadas algunas insalvables.
Un beso Patricia, feliz semana
La casa de los Martínez volvió a tener risas... aunque ahora esconden bien el control remoto, por si acaso.
ResponderEliminarY en cada comida familiar, el cuchillo lo corta mamá... por protocolo y por paz mental puesn.
Gracias, Conejo.
EliminarA veces hay que coger el control remoto por seguridad familiar.
Un besote.
La familia es el apoyo, el único, pero cuesta, es difícil aceptar que un hijo haga todo lo que cuentas y seguir ofreciéndole el consuelo que necesita aunque no lo sepa. No importa el tema siempre aciertas en tu modo de escribir. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, por tus palabras.
EliminarCuando las cosas cualquiera que sea se hacen con cariño suelen llegar a quien nos lee.
Un beso grande.
Es un relato muy duro y conmovedor. Te mando un beso.
ResponderEliminarMuchas, gracias.
EliminarOtro de regreso para ti.
Sin duda tu relato aún en su ficción guarda una gran relación con la realidad de muchas familias destruidas por las drogas y no muchas logran escapar de ello.
ResponderEliminarBesos dulces Campirela y dulce semana.
Siempre se dice que la realidad es aún más intensa que la ficción en este caso por desgracia lo es.
EliminarOjalá todo terminara bien, pero son los menos,
Gracias, Dulce
Un beso y muy feliz semana.
Hola Campirela!
ResponderEliminarSin duda es un drama del que ninguna familia está libre, desgraciadamente. Y efectivamente en la misma familia es donde reside la ayuda y la solución al problema. Tener el apoyo incondicional de los tuyos es imprescindible para salir adelante y no perderse por el camino. Una triste realidad para muchas familias! Un abrazote y gracias por visualizar este tema con tu propuesta juevera!
Gracias, a vosotros por acompañarme.
EliminarHace años estaba mucho más presente en los medios de comunicación, es como que bys lo tuviéramos asimilado y lo vamos normalizando bybpara nada, es una lacra, como lo son muchas por desgracia en nuestra sociedad.
Un fuerte abrazo, repito gracias por acompañarme.
Il calore della famiglia, riesce sempre a risolvere anche le problematiche più drammatiche.
ResponderEliminarBuongiorno Campirela
Cuando la familia arropa y da cariño el amor siempre es la mejor medicina para cualquier mal que nos aceche, auqneu cueste, sanar, se consigue , Un beso Silvia.
EliminarUna historia muy real. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, Susana.
EliminarUn besote grande para ti.
Hola Campi. Lo has contado muy bien. A pesar de ser ficción acá "cualquier parecido con la realidad...¡Es realidad!"
ResponderEliminarCon diferentes matices, en el mundo hay muchas familias que pasan por ello.
Y es muy duro transitar ese camino.
Por suerte, en tu relato el final es esperanzador.
Va mi abrazo, mientras miro por la ventana los árboles con algo de nieve.
¡Buen martes para ti!
Amiga, la realidad a veces o muchas supera a la ficcion y en este caso de familia con drogodependencia es un verdadero infierno, la pesadilla que sufren , aquí en mi relato quise ofrecer una pequeña esperanza que siempre la hay si la buscamos.
EliminarUn besazo , pues aquí ahora mismo hay una tormenta de viento y lluvia, pero un bochorno exagerado que calor , nos van a matar como a los pollos enjaulados jaja, del calor. Besotes cielo.
Querida amiga Campirela, boa tarde de Paz!
ResponderEliminarRealmente seu conto esta muito bem fundamentado em nossas noticias sobre o tema.
"La familia es el refugio más fuerte, incluso ante las sombras más oscuras."
Quem tem apoio familiar tem tudo, consegue dizer não às drogas que estão na sociedade como predadora de liverdadra.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos
Obrigada, Rosalia.
EliminarA família é o pilar da sociedade. Se ela se desmoronar, tudo se desmorona. Mas se funcionar, é capaz de tudo para resistir a qualquer desastre, por mais grave que seja.
Beijinhos e tenham uma semana muito feliz.
Aunque dices que es ficticio, seguro habrá casos así en algunas familias, lo que tienen que pasar, pero a pesar de todo, lo llegan a superar con la ayuda y el cariño de todos.
ResponderEliminarMuy buen relato, mi Campi, y un buen tema el que has propuesto, para concienciarnos todos de esta dura realidad.
¡¡¡¡¡¡NO A LAS DROGAS!!!!!!
Besos enormes con cariño.
Gracias, a ti por acompañarme en este reto, es algo que deberíamos alzar aún más la voz, es como que se tiene ahí guardado y oculto cuando es un problema de la sociedad.
EliminarUn buen eslogan has creado ajjajaja,
¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO A LAS DROGAS, SI A LA VIDA!!!!!!
Mil besicos de colores mi María Linda. muakkkkkk
Se llegó a un extremo, aunque hubo un regreso. El personaje llegó a robar a su familia, atacar a su padre. Aunque paradojicamente eso fue un llamado de atención.
ResponderEliminarAl finall, volvieron las risas.
Besos.
Cuando uno toca fondo, lo siguiente es un resurgir, en este caso la ayuda familiar fue fundamental.
EliminarUn besote , Demi.
Tremendo relatazo con un final esperanzado! Es una lacra tremenda. Lo sé por experiencia propia en un familiar... Terrible, no puede expresarse con palabras.
ResponderEliminarUn besazo!
Gracias, Lunita.
EliminarCuando la droga entra en una familia es destrucción masiva, solo con mucho amor y paciencia se logra a veces salir y que todo vuelva a una normalidad entre comillas, quien es drogadicto siempre lo es, ahí está el peligro de las recaídas.
Un besito con mi cariño para ti.
Genera consciencia tu relato, amiga. Sabes comunicar... Ojalá también ayudes a tantas familias a guiar y contener... De eso se trata!!
ResponderEliminarAbrazo hasta vos!!
De eso se trata de crear conciencia y dar ayuda a quien la Pida y necesite.
EliminarGracias, por tu compañía.
Otro abrazo para ti.
por desgracia, la adicción a las drogas puede ser tan fuerte que lleve a una persona a hacer todo lo posible por conseguirlas. y eso incluye robar posesiones de tu propia familia para venderlas...
ResponderEliminares necesario tomar conciencia de los daños directos e indirectos que pueden causar las drogas.
besos, campi!!
Gracias, Chema.
EliminarTal cual lo has dejado plasmado asi es , cuando alguien está con el mono no tiene conciencia de lo que hace todo, vale por un gramo de su felicidad de mentira.
Un besazo Chema.
fatalmente es un problema que recorre trasversalmente a toda la sociedad, sea del país que sea. las drogas generan autodestrucción, desunión. atraso y es muy difícil salir de allí una vez que la persona ha entrado.
ResponderEliminarun buen relato.
un beso.
De esta lacra no se libra nadie , ya puede ser en esferas de alto copete como en la misma misera pobreza. Es un mal que acecha y difícil de salir aunque no imposible.
EliminarMuchas gracias, Draco.
Besos
Muy bueno tu cuento. Una realidad que todos conocemos, porque ha sucedido cerca nuestro o la hemos vivido en familia, un desarrollo muy real.
ResponderEliminarAplausos Campi.
mariarosa
Por desgracia es un cuento que se cumple en la realidad, dando muchos , infinidad de quebraderos de cabeza para las familias y la sociedad. Un besote.
EliminarHola Campi, un relato tan real como la vida misma tal como te dije en mi anterior comentario, una gran pena cuando entra en una casa que lo destroza todo, la ayuda es muy necesaria y lo bueno es que la quieran, lo malo es cuando no se dejan y siguen destrozandose asi mismos y con ellos a la familia, una lacra que se ha llevado muchas vidas y seguira haciendolo, buen relato Campi.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias , Piruja.
EliminarAsi es, algo que cuando entra es la destrucción en palabras mayores, hay que tener mucha fuerza y Paciencia para lidiar con las drogas, , pues estas son mentirosas , y nos engañan siempre.
Te deseo un feliz jueves, a cuidarse del calor.
Besos.
Muy bonito Campi, si señor muy bonito. Una cruda realidad en la que las familias se sienten solas, porque todo el mundo mira para otra parte. Hasta hace poco era tabú, luego una debilidad y ahora afortunadamente se están entendiendo los factores de la adicción y se la considera lo que siempre ha sido: una enfermedad. Besos
ResponderEliminarGracias, Neu.
EliminarAsi es, cuando la droga se instala en un hogar lo destruye todo, de la noche a la mañana todo salta por los aires , y es difícil el volver a retomar en control, solo cuando se toma conciencia del problema y con mucho cariño y paciencia volver a encauzar el desorden.
Un besote , y muy feliz jueves.
Hola Campirela, tú relato es ficticio, pero la historia muy real. Cuando solo tenía 20 años vivimos una situación así con unos vecinos y su hijo Damián. Lo pasaron muy mal, pero cuando llegó la fatal discusión el empujón no tuvo el mismo resultado por desgracia. Era un buen chaval el cual las drogas arruinaron su vida y la de su familia.
ResponderEliminarOjalá que deje de suceder.
Un abrazo grande
Gracias, Nuria.
EliminarTodos conocemos por desgracia jóvenes con un buen futuro que cayeron en la desgracia de las drogas y no solo arruinaron su vida , sino la de sus familias.
Una pena es joven que mencionas.
Un besote y abrazo con cariño.
Historia real que se repite más de lo que creemos. Las drogas destruyen lo que tocan si el grupo familiar no logra sostener y apoyar al adicto. Un abrazo, Campi
ResponderEliminar