BASES PARA #FUEGOENLASPALABRAS (DICIEMBRE 2025)
- En un máximo de 350 palabras desarrolla un texto que incluya estas dos: SEPULTURERO y PIJAMA. Puedes usarlas en plural también.
- El tono y estilo los eliges tú.
- Puedes participar varias veces, pero cada participación se publicará como post independiente.
Pijamas brillantes y Muertos impacientes
El sepulturero llegó aquella mañana con un pijama tan colorido que parecía recién escapado de un circo. Tenía flamencos, piñas, y hasta un unicornio bostezando.
—Hoy vengo cómodo —dijo—, que anoche dormí menos que un búho con insomnio.
Mientras barría el camino, escuchó un toc-toc detrás de él.
Se giró, y vio que la lápida de Don Evaristo —un difunto famoso por su mal genio en vida— estaba vibrando como si quisiera llamar la atención.
—¡Eh, tú, el de los unicornios! —gruñó una voz desde dentro—. ¿No podrías venir vestido de algo menos… brillante? Me estás despertando hasta a mí.
El sepulturero se cruzó de brazos.
—Mira, Evaristo, si tú puedes estar ahí dentro descansando eternamente, yo puedo venir en pijama eternamente también.
La lápida soltó un bufido.
—Descansando dice… ¡Con ese estampado me tienes en vela desde las siete!
El sepulturero se acercó y le dio un golpecito cariñoso.
—Anda, no seas gruñón. ¿Quieres que te traiga uno igual? Te quedaría estupendo para tus siestas eternas.
—¡Ni loco! —respondió la lápida—. Bastante tengo con aguantar a los turistas que me hacen fotos. El otro día uno me llamó “tumba vintage”. ¡Vintage tu pijama!
El sepulturero se echó a reír.
—Pues mira, vintage o no, hoy toca limpieza general. Y si te portas bien, te cuento el cotilleo del nicho 14, que está que arde.
La lápida se quedó callada un segundo.
—Bueno… vale. Pero solo si me quitas esa hoja que se me ha colado por la rendija. Pica que no veas.
—Trato hecho —dijo el sepulturero—. Y luego te enseño mis pijamas de invierno. Tengo uno con renos que te va a encantar.
—¡Por favor, no! —gritó la lápida—. ¡Prefiero otra eternidad más antes que ver eso!
Y así, entre risas, quejas y pijamas imposibles, el cementerio empezó el día con más humor que muchos bares de la ciudad.
Brano surreale e arguto, che trasforma il cimitero in una scenetta brillante dove ironia e tenerezza convivono con irresistibile leggerezza.
ResponderEliminarBuona giornata e un sorriso, Campirela
Campirela, genial teu conto!
ResponderEliminarImagino a cena do coveiro com o pijama espalhafatoso que nem permitia ao defunto descansar!rs...
ADOREI mais esse!
beijos, tudo de bom,chica
Pijamas y muertos, una curiosa mezcla para una noche de risas y no de espanto, pensé en la canción de Mecano, "No es tan serio este cementerio".
ResponderEliminarBesos dulces, Campirela.
¡Tu relato es genial! Me encanta el tono mamarracho, y me he imaginado perfectamente la escena con el sepulturero vestido con su pijama de unicornios y Evaristo quejándose *.*
ResponderEliminarA ver si me da tiempo a participar...
Un besazo lleno de risas
Qué genia Campi! Me he reído de comienzo a fin. Y eso es invalorable. Es más, imaginé el sepulturero con ese pijama y más risa me dio.
ResponderEliminarY me encantó eso de que el cementerio empezó el día con mas humor que muchos bares. ¡jajaj! Sencillamente estupendo
Va mi abrazo
¡Disfruta del finde!