Carta abierta al calor insoportable
A quien corresponda, o más bien, a quien se le haya ido la mano con el termostato.
Me dirijo a usted, señor verano, con la frente sudada, el abanico exhausto y la paciencia evaporada. No sé qué clase de venganza personal está ejecutando sobre mi cuerpo,pero esto ya no es calor, es castigo divino.
¿Dónde quedó ese verano amable, de tardes de sandía y noches frescas en la terraza? ¿Por qué ahora nos condena a dormir abrazadas al ventilador como si fuera un amante desesperado? ¿Qué hemos hecho para merecer este bochorno que convierte las aceras en parrillas y los pensamientos en sopa?
Le ruego, le imploro, le suplico, dé paso al otoño. Que entren las hojas secas, los jerséis suaves, el olor a café recién hecho y las tardes que invitan a escribir.
Que vuelva el aire que no quema, el cielo que no amenaza, y las noches que se pueden vivir sin sudar como si estuviéramos en una sauna municipal.
Sin más que añadir, salvo una gota de sudor que cae sobre esta carta, me despido con la esperanza de que recapacite.
Atentamente,
Una ciudadana achicharrada,
con abanico en mano y fe en el cambio de estación.
Campirela_
PD. De veras diréis que soy exagerada, pero este calor me sobrepasa de manera, espero que tengan razón los meteorólogos y este finde por fin veamos inicio del otoño que ganas que tengo de olerte, sobre todo de sentirte , esa brisa en la cara , y tapar mi cuerpo cada noche ... 34º a la sombra ...
Pues si Campirela, tu carta ya estaba haciendo mucha falta, a ver si se marcha ya este calor y el clima nos deja respirar un poquito. Celebro tu iniciativa y espero que pronto nuestro deseo se haga realidad. Aunque me temo que la próxima semana todavía tengamos el Veranillo del Membrillo. Feliz fin de semana
ResponderEliminarMi querida Campi, ten paciencia que a partir del domingo nos visitará el otoño un día antes entrará por la puerta grande, porque da un cambio radical el tiempo.
ResponderEliminarAunque solo sea para que se cumplan tus deseos. Pero yo me quedaría con el buen tiempo. A pesar de estos calores tan exagerados. Yo lo llevo bien. Mi casa es fresquita, y cuando salgo a la calle procuro hacerlo cuando las temperaturas son más bajas.
Yo me quedaría en el verano. No me gusta el otoño ni el mal tiempo. Prefiero los días soleados, los días largos, y que no llueva. Soy muuuu friolera jajajaja.
Besos enormes sin abanicos.
No sé dónde vives pero en el norte de Madrid ha hecho buen verano, sobretodo en julio. Un beso
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