Esta semana nuestras Artesanas de la Palabra nos invitan a escribir un texto ya sea real o ficticio, de alguna vez que hallamos pasado esa vergüenza de subirnos los colores, y decir tierra, trágame, pues bien si pinchan en la imagen ya saben allá que os lleva a la lista de participantes mismamente. Un besote.
Vamos a ver si soy capaz de sacaros una sonrisa, gracias.
Este reto tendría una lista larga de anécdotas, pero me centraré en las que se pueden contar otras, me perdonáis, pero se quedan en el baúl de los recuerdos, el ser muy despistada me ha llevado a situaciones no muy embarazosas, pero algunas o de echarte a reír o salir por patas jaja. Allá vamos.
En el recreo
Tendría once años, por entonces los recreos eran de media hora larga. El colegio disponía de un gran patio, era solo de chicas, estábamos separados por una gran valla que por cierto todos los años que coincidimos mis hermanos y yo en el mismo centro, al salir al recreo siempre, aunque fuera un minuto nos teníamos que ver y saludarnos.
Algo que de verdad ahora echando la vista atrás cuanto lo añoro, pero bueno no vamos a ir por ahí que se me cae la lagrimita.
El caso es que en aquella época, el pino en la pared estaba muy de moda, pues no solo lo hacíamos de una en una, llegamos a ser hasta cinco una sobre la otra, nos quedábamos durante tres o cinco minutos y luego viceversa se iba quitando la última que se había incorporado.
Hasta ahí bien, el problema viene cuando en una de estas puestas circenses yo era la última y cuando estoy ya con mis piernas en la pared tocando con las puntas de las playeras y mi cabeza bocabajo con la sangre que no me llegaba a los pies, noto que me tocan en las piernas.
Comienzo a decir ¡que haces que me estás desestabilizando! Creo que por entonces ese fonema no le conocía y para rematar la mando a la Mierda, con voz en grito.
Oía que mis compañeras reían y yo cada más cabreada, hasta que por fin me quito la mano de las piernas y al bajarme veo que es la directora del centro.
Dios si ya estaba colorada por toda la sangre acumulada en mi cabeza, eso ya fue el remate, no sabía si llorar, reír, o salir corriendo.
Debo decir que no dije ni pío, cosa rara en mí
Baje la cabeza y en un susurro que apenas oía yo misma pedí perdón.
La directora no me tuvo presente mi vocabulario, entendió que la trataba pensando que era una igual, no hubo reprimenda allí en el patio, pero sí una charla en el despacho.
Con los años se lo agradecí, porque al menos no me hizo quedar en ridículo con mis compañeras, bastante vergüenza ya tenía yo encima.
Eso sí, cada vez que me encontraba a la directora por los pasillos, mis mejillas tomaban un rojo primaveral.Campirela_
Gostei de ler. Belo texto
ResponderEliminar*
Amor e Paz
*/*
Ilusões e Poesia
*/*
Gracias, Mariete.
EliminarUn beso, feliz noche.
Ricordi della scuola, molto ben elaborati in questo brano, gradito e apprezzato.
ResponderEliminarBuona settimana Campirela
Ci sono tanti ricordi di quel periodo che è stato prezioso per me. Grazie mille, Silvia.
EliminarUn bacio e una notte molto felice.
Vaya vergüenza, trágame tierra jajaja Una simpática anécdota que en ese momento sin duda habrá sido casi una tragedia. No conocías ese fonema, pero sí otros por lo visto :)
ResponderEliminarBesos dulces Campirela.
Fíjate si me dejo huella que me acuerdo perfectamente de la escena.
EliminarAjajja, si con esa edad, la boca nos las tenían que lavar con lejía las mamás, después una se modera ajajjaja,
Gracias, Dulce.
Un beso.
Hola Campi. Me encantó el relato de "vergüenza"
ResponderEliminarPor suerte la directora fue muy comprensiva. Como corresponde, en realidad.
De esas situaciones tengo una extremadamente cómica. Claro que cuando me sucedió -tenía apenas18 años- no me dio risa alguna.
Beso y que tengas un gran día
Estoy deseando que me la cuentes ajjaj,
EliminarLa verdad que nunca he tenido problemas con los profesores, solo con uno en primero de bachiller y debo de decir que fue el único curso que hice por lo privado, y no quise más.
Para mí en mi época los colegios públicos impartían una muy buena enseñanza.
Todo lo que nos causa vergüenza, la risa viene después, en el instante de pasar no sabemos donde meternos.
Un besazo mi querida Lu.
Bueno amiga. Si tienes ganas puedes leer esa anécdota aquí:
Eliminarhttps://quemeimportatupasado.blogspot.com/2020/11/cosas-que-pasan.html
La publiqué más de una vez, es en verdad muy gracioso lo que me sucedió.
¡Te aseguro que no pararás de reír!
Beso
Gracias, Lu, por regresar ahorita mismo la leo, ya me estoy riendo, fíjate jaja. Un besazo y feliz miércoles.
EliminarHola Campirela, tuviste suerte con la directora que entendió que todo fue fruto del momento. Buenas historia aportas. Te felicito. Un abrazo grande
ResponderEliminarLa verdad que debo de reconocer que nunca tuve mayores problemas con los profesores y directora, el regaño reconozco que por su parte fue exquisito, ya que lo que más duele en esas edades es que te regañen delante de tus compis, ahí estuvo acertada y por supuesto acate mis culpas.
EliminarUn besote Nuria.
¨Por suerte, la directora fue muy considerada.
ResponderEliminar¿Qué podrías imaginar que ese episodio que te dio vergüenza se convritiría en una divertida anécdota?
Besos.
La historia es real, y tengo que decir al respecto que mi etapa de colegio fue muy positiva, tuve la suerte de tener unos profesores, y compañeros muy agradables, fue una etapa muy feliz.
EliminarSi cada vez que me acuerdo me llamo a mí misma deslenguada ajajja.
Un besote Demi.
Que lindo recuerdo, con carita colorada y todo es un relato que me llevó a mi infancia y me encantó. Me despertó la sonrisa que anunciaste en la presentación.
ResponderEliminarmariarosa
Ves tú, mariarosa, eso es lo que esperaba que una sonrisa fuera dibujada en vuestro rostro. Me quedo supersatisfecha ajja.
EliminarGracias, cuando uno tiene esa edad las anécdotas se disparan, pero en su momento nos hacen ponernos la cara colorada.
Un besote grande.
Hola Campirela, es una muy bonita historia la que nos contas, sin dudas ese momento debió ser de mucha vergüenza, pero sin dudas la directora actuó bien sin reprenderte delante de tus compañeras y haberte entendido la situación, esa es la actitud de una verdadera docente.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu historia, me trajo recuerdos de mis épocas de escuela primaria, también en colegio solo de niñas.
Un abrazo grande y muchas gracias por participar de nuestra propuesta.
PATRICIA F.
Gracias, a ustedes, habéis hecho una convocatoria que dará muy buenos relatos.
EliminarLa etapa del colegio quien no tiene anécdotas que contar.
Te dejo un besote y una muy feliz semana-.
Uy pobrecita. Me gusto tu relato. Se sientió tan real. Te mando un beso.
ResponderEliminarEs totalmente cierto, y real. Jajajá. Un besote.
EliminarNo sé muy bien cuanto tiempo hace que no bailo. Recuerdo a mi hermano que se avergonzaba de mí por ver a 1.80cm bailar de esta forma tan destartalada.
ResponderEliminarTodo ocurrió un día de fiesta de Navidad. Mi colegio cantaba villancicos o preparaba obras de teatro y yo, debutaba como bailarín al son de los Bee Gees. Recuerdo la foto de aquel maldito single donde John Travolta disparaba su dedo al cielo en medio de una discoteca con luces multicolores y las chicas de mi pueblo se lo comían a besos. Yo por entonces era un chico atractivo...elegante...con clase...golfillo como debe de ser...Total, un tio con gancho al que las chicas soñaban con el de la forma más coqueta y permanente. Mi profesora me animaba por creer en mí dotes para el baile y todas las chicas de mi clase se me ofrecían por acompañarme y hacer coros a este gilipollas (me refiero a John Travolta).
En el día del estreno no se cabía de gente en el salon de actos. Mi profesora tenía fe en que todo saldría bién y las chicas de mi clase se sabían de memoria cada paso y pirueta...Por el megáfono, la chica de moda de la clase me anunciaba como el John Travolta de Rute (cosa que esa presentación no me agradaba lo más mínimo)y la música comenzó a sonar.
A veces pienso si mi sentido del ridículo se debe a ese baile estrafalario; mover mi piernas de alambre como la gallina turuleta o por escuchar los silvidos y las protestas más oscenas del distinguido público. Total un desastre... Sin poder evitarlo aquella actuación marcó mis dotes expresionistas y ahora sólo bailo en privado. Me da vergüenza recordar aquel show y mi profesora nunca jamás me refirió nada de nada...y tampoco mis compañeras de baile. Aquello quedó oculto y sin opinión durante el resto del curso; como un familiar que omite la vergüenza de su familia...
Pero esta tarde me dio el gusanillo de volver a bailar. Me he comprado un CD maravilloso y aquí, solo en mi casa, mis piernas me recordaban aquellos pasos de baile y he de reconocer que me he sentido feliz. Si me vierais con qué estilo muevo mis piernas y me agacho y me levanto, salto y corro por mi salón, parece que estoy corriendo detrás de los perdigones por el campo. Ahora os dejo, que tengo que bailar...
ajajjajaja, te aplaudo porque solo de imaginarlo la risa está garantizada.
EliminarGracias, por compartir tu relato y ahora te dejo con tu baile. Un besote.
Querida Campi, muy buena historia las que estoy leyendo, te cuento algo que me paso a mí, ya de grande un despiste total.
ResponderEliminarUn dia
Me alegra que te haya gustado, pero es real como la vida misma. Un besazo enorme.
EliminarUn día salí con mis amigas de compras, estábamos mirando vidrieras, nos recorrimos todo, vimos un lugar que había bastante gente y pensamos... deben tener buenos precios ahí, y fuimos ahí, era una zapatería muy coqueta, empezamos a mirar y nos queríamos traer todo, la mercadería era de primera calidad, era todo cuero.
ResponderEliminarasí mirando giro y veo que había otra vidriera y al girar de golpe tropecé con una mujer despistada, y le digo... disculpe señora.
Mis amigas y otras de las personas que estaban ahí empezaron a reírse y ahí me di cuenta que no era otra vidriera, era un espejo que reflejaba la vidriera que empezamos a ver al principio, y la señora que le pedí disculpas por el tropezón era yo.
Hasta el dia de hoy en reuniones familiares cuentan mi despiste, hasta mis hijos me cargan, me divertí después del momento vergonzosos que pasé delante de todos.
Soy muy despistada, lo llevo en la sangre, es genético jajajaja
Abrazos y besos mi querida y bella amiga, espero que se olviden de este despiste mío , que tengas un feliz día
ajajajjj, no me hables de despistes que si te cuenta no terminaba de decirte, mi despiste llega a tener las gafas puestas y preguntar donde están, con eso te digo todo jajajá.
EliminarEn este caso no te reconociste a ti misma ajajá es tanto fuerte jajaj. Un besote grande Liz, gracias por tu historia.
Cuántas veces pase por esa misma situación, cuantas veces me dejaron contra el árbol y pase por la oficina del director.... Mi padre se quejaba de las veces que tuvo que disculparse, "no se preocupe, no volverá a suceder...." hasta que llegábamos a casa.
ResponderEliminarA sí que has sido un niño travieso, y además repetitivo ajajá.
EliminarHay épocas en las que la rebeldía está más presente.
Gracias, por tu compartir parte de tu periplo estudiantil.
Un abrazo.
jamás tuve alguna anécdota estudiantil con un director pero sí con varios profesores en mi colegio religioso estrictamente de varones.
ResponderEliminarlo que hasta ahora me molesta (grrrrrrrrr.) es que una vez el profesor de historia me sacó del salón por un "crimen que jamás cometí", jajajaja.
tu relato muy simpático me ha hecho evocar muchos recuerdos de aquella época.
un beso.
Eso es lo peor cuando te culpan de algo que no has hecho, y el que lo hizo se calla como un hurón jajajá.
EliminarLa etapa del colegio está llena de anécdotas, unas más divertidas que otras.
Gracias, DRACO por dejar constancia de la tuya. Un besote.
Me has hecho pensar en la época escolar y la cantidad de cosas vividas en el patio. Gracias.
ResponderEliminarTuviste una buena directora.
Un abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarMe alegra que este relato os traiga recuerdos y si son bonitos tanto mejor.
Un abrazo, feliz día.
Tu relato una vez más impecable te muestra siempre sincera y espontánea "echando la vista atrás cuanto lo añoro, pero bueno no vamos a ir por ahí que se me cae la lagrimita" por lo que redoblo mi aplauso y felicitación...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Muchas gracias, Carlos.
EliminarSiempre echar la vista atrás nos trae recuerdos y estros cuando son bonitos la melancolía se asoma al balcón.
Un abrazo para ti tan bien.
Es algo raro que en aquellos tiempos hubiesen profesores así.
ResponderEliminarPero tuviste suerte amiga, dar con una profe adelantada en su tiempo.
A mi me trae un recuerdo, triste, una profesora les dijo a mis papas que Mamen escribia cosas raras, que tenía mucha fantasía, y la profe me castigo mirando a la pared. Si me hubiesen dejadado hacer lo que me gustaba ahora quizás lo haría mejor.
Muy buen relato Ángeles, como siempre nos deleitas.
Gracias y feliz noche.
Besos
La verdad que solo guardo un mal recuerdo de mi etapa estudiantil en primero de bachiller. El resto de mi etapa siempre he dado con muy buenos profesores y profesoras, fíjate que a día de hoy ya muy mayores mantengo correspondencia con una de ellas.
EliminarTengo cantidad de anécdotas superdivertidas, con las compañeras, y los profes, eran muy inquieta y eso hacía que no estuviera quieta en el pupitre y bueno alguna que otra vez me acarreo problemillas de fácil solución ajajja.
Un besazo y felices años, al menos yo los recuerdo con mucho cariño.
Qué bonitooooooooooooooooo, creo que todas tenemos alguna anécdota de "tierra trágame" en nuestra infancia o adolescencia... donde no podíamos reaccionar de la vergüenza, me encantó, tan tierno! Dan ganas de achucharte, esa niñita!
ResponderEliminarBesitos Campi!
Jajajá, achúchame, jajajajajajja muakkk.
EliminarLa verdad que son recuerdos que siempre están ahí, y cuando los repasas la nostalgia regresa de esos años que fueron maravillosos.
Muchos besos y mucos abrazos, no hay mejor medicina que el cariño que nos brindan las personas.
Gracias por ello.
claro, se debía comprender que tu manera de expresarte era porque creías que se trataba de una compañera tuya. incluso creo que la charla en el despacho no era necesaria, porque, tú qué hiciste mal? como mucho, decir alguna palabrota. la directora debería haberte hecho llegar de otra manera que bajaras de esa postura, si ése era el problema. no llegando y sobresaltándote, te podías haber caído y haberte hecho daño.
ResponderEliminarasí que vergüenza por tu parte, ninguna. confieso que en mi comentario influye sentirme un poco rebelde hoy. ;)
besotes!!
Jaaaa, Chema no te creas, no estás muy equivocado. Al fin y al cabo estaba en la hora del recreo y no estaba haciendo nada malo. Por eso dije que al sentir una mano en mis piernas me desestabilizó y podría haberme caído.
EliminarDigamos que no estaba bien visto que unas señoritas de once años estuvieran con las faldas para arriba, aunque fuéramos chicas todas, para mí que fue por eso,
Y sí, Chema esa rebeldía tuya me gusta, a veces es necesaria ajja.
Un besote grande, y muy feliz día.
Jajaja y hasta hace poco que metí la pata con una directora en el colegio donde trabajo! Porque será? Jajaja Muy divertida tu historia, me encantó Campi! Besos por ahí!
ResponderEliminarBuenas, la apta cada dos por tres todos la metemos, nadie somos perfectos, pero al menos si son divertidas, esas risas nos llevamos.
EliminarUn besote, guapetona, feliz jueves.
Hay mi querida Campi, sabes yo te tengo
ResponderEliminarun carino muy especial, como si te huviese
conocido en otra epoca, eres unica con tus
historias tan bellas.
Besitos dulces
Siby
Te como esa cara jajaja.
EliminarQuien sabe un día tendríamos que preguntarnos por qué por estas redes se conecta con unas personas más que con otras.
Sabes que te quiero un montón. Un besazo cielo.
jajaja pocos podrán decir que alguna vez mandaron a la m... a la directora del colegio siendo alumno y siguieron estando en pie frente a ella! Me gustó eso de rojo primaveral =)
ResponderEliminarYa te digo,en esas edades esa palabreja estaba en boca de la mayoría de las niñas, no digo que este bien , pero asi era.
EliminarEl rato no se me olvidará, yis mejillas ardían más que las ascuas del infierno. Jaaaaa.
Un besote, y muy feliz jueves.
La situación que describes es muy ilustrativa. Puedo ver la escena pero sobre todo me imagino lo que pasaría por tu cabeza congestionada por la postura y el esfuerzo de estar haciendo el pino. Se comprende perfectamente que reaccionaras así, jajaja. Me ha parecido muy aleccionador que la directora no te pusiera en evidencia delante de todos.
ResponderEliminarTe felicito por la aportación.
Y así fue tal cual .
EliminarSin duda alguna el gesto de la directora es lo más relevante, dio muestras de cómo tratar el tema
Muchas gracias, Marcos.
Besote y feliz semana.
Dentro de lo que cabe, la directora se portó bastante bien, cuidándote en público. Esa escena en el presente sería muy diferente, seguro.
ResponderEliminarNunca aprendí a hacer el pino, pero lo de ponerme roja sí lo dominaba jajaja. Bastaba que cualquier persona me saludara y mis mejillas se encendían, hasta las orejas.A veces aún me pasa.
Bonita historia. Y bonito imaginar cómo tus hermanos y tú os saludabais sí o sí en todos los recreos. Es muy tierno.
Besitos
La verdad que como digo tuve suerte con los profes y los directores/as nunca tuve mayores problemas, creo que como en todo depende de la persona profesional si de verdad ama su profesión.
EliminarY ese de ponerte colorada, tal vez sea una muestra de tu timidez, y tiene su parte tierna.
Un besote, feliz jueves.
Esos recuerdos de la escuela son entrañables aunque lleven consigo idas y venidas al despacho de dirección.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, son recuerdos que nos traen el despertar a la vida y, eso pasa por la etapa escolar.
EliminarUn besote, feliz fin de semana.
Seguro que te prohibió hacer el pino.
ResponderEliminarCREO que has encontrado la única justificación para ruborizarse sin que el público se dé cuenta de que es por vergüenza ( ponerse boca sbajo).
Tiene toda la pinta de estar basado en hechos reale.
ABRAZOOO CAMPI
Palabrita de niño Dios que es verdad.
EliminarBueno, después hubo muchas veces de hacer el pino, eso sí ya poníamos a una compañera a vigilar por si venía algún profe o la misma directora.
Un besote grande, Gabi, que tengas un bonito finde.
Pobre mini Campirela! no me extraña que te cabreases al notar que te tocaban las piernas, la señora aunque tuvo delicadeza por echarte la bronca en el despacho, también tuvo luces de coger a alguien de esa forma haciendo el pino en grupo. Para haberos tirado cual naipes.
ResponderEliminarYo tengo una de esas de las buenas y ya que estoy aquí, te la cuento para que te rías: Morella jovenzuela, fumadora y despistada. Pues bien, vamos mi chico y yo andando por la calle, justo en una plaza con unos bolardos de piedra enormes que te llegan por las rodillas.
Yo con el bolso abierto buscando el tabaco, mi chico me dijo que mirase a no se donde que había un conocido y lo que no vi fue el bolardo que tenia de frente. No se como me caí con el bolso abierto, que cuando aterricé escuche a una chica decir "parece que puede moverse", la hostia desde fuera tuvo que ser morrocotuda, el señor Morello blanco y yo mas preocupada porque todas mis cosas andaban por la plaza desperdigadas jajajajaja encima al dia siguiente teníamos una boda y milagrosamente ni un cardenal, esa mía fue mítica y mi chico aun se ríe y se pregunta como pude volar, caer espatarrada bocarriba y levantarme como si nada jajajaja
Un besazo!
ajajajjajajaj, perdona, pero no es por la caída que imagino que tuvo que ser de las gordas.
EliminarSuerte la tuya que no te hiciste nada, tuviste un ángel en tu espalda.
La verdad que las caídas son siempre motivo que luego te rías, pero en el momento el susto es grande.
De caídas tengo yo unas cuantas y es precisamente porque soy superdespistada, y las farolas me las trago de dos en dos ajajá.
Gracias, por contar tu anécdota.
Un besazo y muy feliz comienzo de mes.
Campi lo normal es que los directores o jefes sean personas de comprobada responsabilidad y tú hiciste lo que se debe hacer en esa edad Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Rodolfo.
EliminarAsi es, como niña el deber es jugar y pasarlo bien, la manera de expresarme fue la normal si lo vemos desde el prisma de la edad y las circunstancias, y asi debió de entenderlo la directora.
Un abrazo, feliz noche
Jeje... menuda confusión!
ResponderEliminarYo también recuerdo esa época del momento pino jeje. Me costó vencer el miedo a hacerlo y cuando lo superé... me pasaba el tiempo haciéndolo en el pasillo de casa jajajajaja... Como una chota jajajajaja
No te creas que era tan fácil, tenía sus riesgos como no posaras los pies en la pared, el golpe era tremendo ajaja.
EliminarTiempos buenos los de la etapa del colegio. Un besazo.