Ya vez estamos con nueva temporada después de unas semanas de vacaciones, hay que felicitar Artesanos de la Palabra que se estrenan como anfitrionas allá va mi sincera felicitación y aquí estoy para hacer un relato de lo más ameno aparte esos niños y niñas que todos somos en algún momento aunque ya hallamos traspasado la línea de los doce años con creces.
Os dejo enlace para que podáis leer todos los participantes. Un besazo para todos.
Si pincháis la imagen os llevará a la lista de participantes ... Gracias chicas.Antes de ser un ser inerte fue una monada, ella hablaba, andaba y hasta comía, eso sí, cosas líquidas, pues después para ello tenía su propio orinal donde hacía sus necesidades.
Aquel virus maldito afecto a mi muñeca, de repente un día no me quiso hablar y al darle la comida no abrió más la boca, así fue marchitándose hasta que sus fuerzas al caminar le partieron una pierna, fue horrible, ver como lloraba.
La cuidé con todo mi cariño, la llevé a un hospital especial, pues el traumatólogo de muñecas me dijo que tal vez si había donaciones podría implantarle la pierna, yo no entendía eso de implantes y donaciones, otra niña que se encontraba en el hospital con su peluche me dijo en voz baja.
-Si encuentran otra pierna puede que se la pongan a tu muñeca si no quedara coja el resto de su vida.
Me pillé un berrinche que entre a la sala de doctores y me dio tal pataleta que me tuvieron que sacar a la fuerza, eso sí, conseguí que a mi muñeca la pusieran en un box de primera.
Allí estuvo más de un mes hasta que llegó un donante, cuando le hicieron todas las pruebas fue un gran alivio saber que Pepita, mi muñeca del alma, tendría una pierna nueva justo a su medida.
Todos los días iba a visitarla, su carita palideció y sus ojos no tenían esa alegría hasta aquella tarde que le di la buena noticia.
¡Ay, mi pepita como sonreía!, hasta me dio un gracias, en un tímido susurro
El día que paso por ese gran quirófano con unas luces tremendas, allí detrás de un gran ventanal con una bata verde estaba yo junto a mis padres viendo la intervención, os juro que mientras veía su cuerpecito pensé que ya no la volvería a ver más, pero nada más lejos a la semana regrese a casa con mi muñeca, con sus dos piernas y contenta como la que más.
Han pasado años, y ya no tengo doce años, pero Pepita sigue conmigo, eso si ya se le van notando las canas, y como coqueta que sigue siendo, cada mes la llevo a la peluquería, y juntas somos cómplices de nuestras aventuras.
Campirela_
*Nunca fui de muñecas, pero creo que sin duda ellas son nuestras primeras amigas en la etapa de nuestra niñez ...
Ontem a beleza ... hoje a pobreza.
ResponderEliminarBelo tema.
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Saudações cordiais e poéticas.
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Gracias, Ricardo. Un saludo, feliz semana.
EliminarUn excelente relato que mezcla la realidad con esa inocencia que tenemos cuando somos niños y podemos ver a nuestros juguetes como iguales.
ResponderEliminarBesos dulces Campirela y dulce fin de mes.
Muchas gracias, Dulce.
EliminarNo hay nada más tierno que la inocencia de los niños, donde nuestros juguetes es una proyección de nosotros mismos.
Un beso, feliz semana.
Please read my post
ResponderEliminarThanks, I'll go and read you now.
EliminarGreat blog
ResponderEliminarGracias, un saludo
Eliminarestoy de acuerdo, que no dar para por el bienestar de una muñeca, mas si hay estos especialistas disponibles en trasplantes de hule. Ellas crecen y envejecen y despues ya uno no las disfruta.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jose, en realidad si creo que hay algún establecimiento que se encargue de reparar muñecas en mal uso, a veces merece la pena conservarlas, ya sea por nostalgia o simplemente porque se las coge cariño.
EliminarUn abrazo.
Campi querida, precioso relato, yo tenia varias muñecas pero mi amiga era una de trapo que dormía conmigo, cuando tenia miedo en la noche me abrazaba a ella y todo el miedo se esfumaba.
ResponderEliminarUn placer leerte, escribes precioso.
Abrazos y besos querida Campi, que tengas un día bien bonito
Hola, querida, Liz, como he dicho, nunca he sido de muñecas, y, sin embargo, de mayor me han gustado las de porcelana, de hecho comencé hacer una colección y me quede en seis, que más tarde las fui regalando y solo me quedan dos.
EliminarEs cierto que cuando somos pequeños casi siempre solemos tener un muñeco o peluche con el cual nos identificamos y ese viene a todos lados con nosotros.
Yo en vez de irme a la cama con una muñeca, lo que hacía es que cuando tenía miedo, me levantaba y me iba a la habitación de mis hermanos, habría las sábanas por la parte debajo y me metía jajajaja con ellos.
Hay una época entre los ocho y doce años que los miedos nos paralizan por la noche.
Un besote grande, y muchas gracias por tus palabras.
Pasé y leí, pero no sé qué comentar porque... bueno eso.
ResponderEliminarajjajajajaj, se agradece. Un saludo
EliminarRealidad y fantasía de la mano..qué estupendísimo!!!
ResponderEliminarBeso grande!
Otro grandísimo para mi Lunita, lunera muakisssssss.
EliminarIngenioso y bello relato Campi! Muy buena idea y como lo relatas, es genial! Siempre fui de cuidar mucho mis juguetes y arreglarlos si era posible o sino usarlos medios destartalados jeje Besos por ahí!!!
ResponderEliminarGracia a ti Mari, por verlo asi de bonito.
EliminarEso está genial, siempre hija que cuidar todo aquello que nos regalan y es nuestro y los juguetes forman parte de nuestra vida siempre. Un fuerte abrazo.
Jasjja... El traumatologo de muñecas... ¿ es el mismo que te arregla cuando se rompe la articulacio de la mano con el antebrazo?
ResponderEliminary lo de las cenas y la peluquería de traca.
Besoss, Campi
Ajajá, no me digas que no es heavy ir con tu muñeca a que le tiñan las canas, por dios y la vida eso no tiene desperdicio ajajjajaj. Un besote amigo, espero que hayas tenido un buen verano aunque el calor nos haya abrasado. Besos.
EliminarNo te funciona la moderacion .
ResponderEliminarEl comentario sale inmediatamente
Gabi, la quite, de momento no hay satélites volátiles haciendo maldades jajaj.
EliminarLa imaginación de las niñas con sus muñecas abre un universo inimaginable de aventuras, que seguro nos haría ver como principiantes en esto de inventar historias...bella y tierna tu entrada...besososo
ResponderEliminarLos pequeños, su imaginación a esa edad está en lo máximo, no solo se inventan historias sino amigos y a estos les dan vid apropia.
EliminarUn placer leerte.
Un besico y muy feliz día.
Que bonita y tierna historia Campi, me emocionó recordar a mi primer muñeca de trapo, tuve dos, una blanca y otra negra, no recuerdo sus nombres, yo era muy chica y con los años, ya tendría ocho me regalaron una Marilu, que decia ¡mama!
ResponderEliminarHay Campi, me remontaste en el tiempo. Gracias.
mariarosa
Mariarosa solo por esos recuerdos ha merecido hacer este relato, no hay más feliz que me haga que cuando leéis os traiga buenos recuerdos eso es maravilloso.
EliminarUn besazo y segura estoy que esos mismos recuerdos te han llevado a otros.
Un besote grande, grande.
Hola Campirela, Pepita salió airosa del trance. Menos mal que en los hospitales para juguetes saben lo que hacen. Mi muñeca era la Nancy, le hacía vestiditos y la peinaba a diario. Incluso recuerdo que una vez, hice que mi madre le pusiera mercromina en la rodilla porque se había hecho daño. Qué gran imaginación tenemos siendo niños. Un buen aporte. Abrazos
ResponderEliminarMuy buenas, Nuria, lo de la mercromina es un puntazo, creo que esa imaginación infantil es tremendamente sana y valiosa, para ejercitarla cuando ya los doce años se nos quedan lejanos ajjaj. Un besazo, que tengas un bonito día.
EliminarHola Campi, me alegra tu retorno! En cambio a mí me gustaban mucho y tenía una cantidad importante, todas con sus nombres y les iba rotando vestidos y accesorios una historia muy emotiva la que nos dejas cargada de dulces evocaciones de infancia. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Neo.
EliminarMira, a mí me pasaba eso de cambiarles los vestidos, con recortables de muñecas, esas si me gustaban, y tenía una caja de zapatos repleta de ellas.
Un fuerte abrazo y encantada de estar de nuevo con todos vosotros.
Yo si era muñequera me gusto la historia y como curaron ala muñeca. Te mando un beso.
ResponderEliminarEntonces me alegro mucho más que te haya gustado. Recibo ese beso y va de regreso otro muy grande muakk.
EliminarHermoso relato Campirela, ese mundo mágico de los niños que se fusiona con la realidad, qué sería de los niños sin esa imaginación, tener una muñeca preferida. En mi infancia era mi oso, que aún conservo, ya lleva 60 años conmigo, esos juguetes son únicos aunque sean viejitos y estén rotos.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar de nuestra primera propuesta juevera, un abrazo
PATRICIA F.
Muchas, Patricia. Acabo de ver tu comentario ahora, mil perdones.
EliminarPues ya es veterano el osito ajja. Un besazo enorme.
Es muy buen texto. Esa muñeca es el alter ego de la niña que va pasando a ser mujer.
ResponderEliminarBrillante. Un abrazo inameno, Campirela
Una visión del relato muy interesante y muy acertada. Un besote con todo cariño.
EliminarEnternecedor relato. :)
ResponderEliminarAbrazo!
Gracias, Alfred.
EliminarLa ternura debería estar más en nuestras vidas.
Un abrazo.
Nos conviene mucho, estamos en un mundo demasiado agresivo.
EliminarUn abrazo.
Tú lo has dicho, por eso no hay que escatimar los buenos sentimientos y el cariño hacia las personas. Un abrazo, buenas noches.
Eliminar¡Hola! Sí que son nuestras primeras amigas. Buena historia. Saludos. AlmaLeonor_LP
ResponderEliminarBuenos días, muchas gracias.
EliminarMe alegra que te haya gustado. Un saludo.
Hala, qué bonita historia, mi niña!! Las muñecas son esa compañera de juegos, confidencias, experimentos y demás locuras que vivimos en la infancia.
ResponderEliminarMil besitos llenos de cariño, preciosa y feliz día ♥
Cuantas veces no habrán hecho las niñas de mamas, para sus muñecas, al cuidarlas y darles los alimentos y cambiarles, peinarlas, en fin era como si fuéramos mamas prematuras ajajá. Un besote grande, con todo mi cariño.
Eliminarhe vuelto tal cual tu muñeca ya no estoy entera
ResponderEliminarabrazo siempre
Gracias, un saludo.
EliminarHola Campi, no he sido tampoco de muchas muñecas, pero si es verdad que digamos son como una hijita para las que si han tenido muñecas, ya que se las cuida y mima como tal, como le pasa a tu protagonista que lo pasa tan mal cuando su muñeca pierde la pierna, por suerte luego tuvo un final feliz, y el relato magnifico ya que lo vivimos de principio a fin:)
ResponderEliminarBesos.
Gracias, es asi las muñecas son una prolongación de nosotras mismas, pero al ser más pequeñas las aceptamos como si fuera nuestro bebe.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Besotes
En principio, gracias por las felicitaciones. Tu relato me encantó, me hizo acordar a la canción de "Pinocho Malherido". Hermoso Campirela, gracias por participar. (Rosana)
ResponderEliminarDe nada, os las merecéis.
EliminarSi te das cuenta como asociamos las cosas, en esta ocasión una canción de mi adorado Pinocho.
Un besote grande.
No sé, pero algo me hace odiar a las muñecas, salvo las de trapo. Será esa cara casi humana que pretenden ser?.. de terror. Yo se las escondía a mi hermana jajajaj
ResponderEliminarQué curioso que las de trapo sean tus preferidas.
Eliminartravieso tu jajaja.
Es cierto que sinos ponemos a mirar detenidamente a los muñecos, algo tiene de diabólicos.
Un abrazo
tal como lo has contado me lo imaginé como un cuento de terror. en este momento me voy a dormir, son la una y ocho de la madrugada del viernes; ojalá no se me aparezca, brrrr.
ResponderEliminarbesos.
ajajjajaj, espero no haberte causado una pesadilla, si en una semana no se sabe de ti tendré que ir a la policía ajja. Un besote Draco.
EliminarCampi siempre sorprendes Una bonita entrada Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Rodolfo, me alegra que lo sientas asi. Un abrazo.
EliminarLas muñecas son las amigas que nos gustaría tener. Yo las customizaba bastante he de decir, las ponia hasta calcomanías jajajajaja y luego fui yo la que acabó tatuada. Pero debo decir, que soy mas afín a peluches y que a mas de uno le he tenido que hacer una operación similar a lo que describes.
ResponderEliminarUn besazo Campirela! feliz semana!
Hola Morella, estás hecha una artista.
EliminarA mí, como dije anteriormente, me gustaban los recortables de muñecas, me entretenía mucho con ellas.
Un besote, feliz finde.
Dar vida y alegría incluidas las muñecas de nuestra niñez.
ResponderEliminarFeliz vuelta, Campirela!! Vamos por otra temporada más.!!
Besicos muchos.
Gracias, por tu bienvenida.
EliminarOtra temporada que esperamos sea de muy buenos relatos y sobre todo divertida. Un besazo.
Pues para no ser amiga de muñecas, no veas que bien y con cuánta alma has hecho el relata.
ResponderEliminarBienvenida Campi.
Gracias, por la bienvenida.
EliminarLas muñecas tienen ese halo de misterio que a veces las hacen reales.
Un besote, feliz finde.
CAMPIRELA
ResponderEliminarMi querida Campi, todo aquel lugar donde posas tu pluma, y la dejas deslizar a libre albedrío, tiene, añoranza, recuerdos, y un dejo de ternura infinita que como en esta ocasión, esa etapa de tu vida, marcó en ti.
Mi querida Campi, te sentía ausente de visita en mis temas, hoy mi felicidad a vuelto a encender sus luces, para recibirte en mi blog, con la delicada y calificada evaluación que te caracteriza.
Un besote querida amiga, que tu finde acompañe a tu belleza.
LÚCAS
Muy buenos días, Lucas.
EliminarYa vi que abriste blogs nuevos y ya te sigo, muchas gracias por tus palabras, muy generosas `por tu parte, pero siempre se agradecen.
Te deseo un feliz fin de semana, pásalo bien y a disfrutar de él.
Un besote.
Felizmente que tudo acabou em bem.
ResponderEliminarSeria um enorme desgosto a sua boneca ficar estropiada para sempre.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Gracias, Juvenal.
EliminarLas cosas que terminan bien siempre son de agradecer. Un saludo.
Felizmente tu muñeca pudo ser recuperada. Un relato muy tierno amiga.
ResponderEliminarTampoco he sido mucho de muñecas pero, como se estilaba en mi infancia, no faltaba quien me regalara alguna ,¡Típico regalo para nenas en ese entonces!
Yo aún conservo la que tal vez haya sido mi primera muñeca: negrita y de yeso ¡Imagina los años que han pasado! Y también una de las que hacían furor unos años luego -tendría yo entre 6 y 8. ¡La vestida de novia y cono ojitos que abría y cerraba.
Te invito a que pases por
https://quemeimportatupasado.blogspot.com/2022/08/muneca.html#comment-form
Bueno, ya me voy...es que tu relato abre el arcón de los recuerdos Campi.
Abrazo ¡buen finde!
La primera muñeca que tuve no fue de muy chiquita, y recuerdo que sus deditos parecían de carne y la tenía mordisqueada todos ellos.
EliminarAhora de mayor me dio hace tiempo por coleccionar de porcelana y tengo algunas otras las he regalado.
Te vas porque quieres que yo no te echo ajajjaja, voy a avistarte ya mismo.
Un beso muy grande y te deseo un bonito septiembre, tú pronto verás las flores florecer y a mí se me caerán las hojas ajjaj. Más besos.
Me alegra la fantasía, la poesía que tiene tu relato, como encaraste lo de hospital del muñecas. Algo que han sabido hacer artesanos con impatía hacia la infancia..
ResponderEliminarMe gustó lo de la protagonista llevando a su muñeca a la peluquería,
Besos.
Gracias, Demi.
EliminarCuando eres pequeña tu muñeca es tu amiga, bebe, y hermana, y con ellas compartes todo, y como coqueta que menos que llevarla a la peluquería ajaj. Un poco de fantasía siempre ilumina el día.
Un besote.
Hay mi Campi bella, no sabes cuanto admiro,
ResponderEliminartu ingenio, tu capacidad, para inventar, y traer
a tu blog, toda clase de temas, eres increíble y te
felicito sinceramente, te adentras a lo que vas
a escribir y te queda de maravillas, eres genial en
todos los aspectos, te admiro mucho y tqm. besitos dulces
Siby
Vamos a ver que me vas a poner colorada jajajá, todos los que andamos por estos lares, tenemos esa chispa de imaginación que hace que nuestras letras nos lleven a fantasear e imaginar.
EliminarTe agradezco infinitamente tus palabras, la admiración es recíproca, y por supuesto mi cariño. Aquí los sentimientos se van adquiriendo poco a poco, pero tan verdaderos como los que más.
Un besazo enorme, mi linda chica muakiss.
Algunas compañías son para toda la vida, aunque haya quienes no lo crean o no lo entiendan así.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Estoy de acuerdo, todo si se trata con respeto, cariño y amor durará eternamente, hasta nuestro fin.
EliminarUn saludo, feliz semana.