Hola Amigos, he pensado que lo que resta hasta finalizar el año, cada tarde de domingo os subiré un cuento, en principio para todas las edades, mi pretensión es que cada uno de ellos nos deje moralejas. Me encantan los cuentos y estos lo tenía por ahí y bueno cuando el diablo no sabe que hacer jajaja mata moscas con el rabo, os dejo un microcuento para entreteneros si así lo deseáis. Gracias anticipadas ,.. Aquí va el segundo...
Colección de cuentos dominicales: otoño–invierno 2025
El banco de los silencios
En el parque central de un pequeño pueblo, había un banco de madera viejo y desgastado por el tiempo. No tenía placas ni adornos, pero todos lo llamaban “El banco de los Silencios”.
Cada tarde, la señora Elena se sentaba con su novela y su mirada tranquila. No hablaba mucho, pero siempre estaba dispuesta a escuchar. A veces se le acercaban niños con preguntas, adultos con preocupaciones, ancianos con recuerdos. Ella no interrumpía, no juzgaba, solo escuchaba.
Un día, llegó al banco un joven llamado Marcos. Tenía los ojos apagados y el corazón lleno de ruido. Se sentó junto a Elena sin decir palabra. Ella tampoco habló, seguía con su lectura. Solo le ofreció una sonrisa y dejó que el silencio hiciera su trabajo.
Pasaron minutos, luego horas. Al final, Marcos susurró:
—Gracias. No sabía que necesitaba ser escuchado.
Desde entonces, el banco se convirtió en un refugio. No por lo que se decía, sino por lo que se sentía. Porque, a veces, el silencio compartido es más poderoso que mil palabras.
Moraleja:
Escuchar con el corazón puede sanar más que mil palabras.
Campirela_
Muito lindo,Campirela... tanta verdade...Saber compartilhar o silêncio por vezes é um grande presente!
ResponderEliminarGostei muito! Ótima semana! beijos e já esperando o terceiro,rs... chica
Que buen mensaje Campi, es real, escuchar en silencio suele ser el mejor alivio al corazón. Un abrazo y bello domingo.
ResponderEliminarUn frammento che rivela come il silenzio, quando è condiviso, diventi una forma profonda di cura e ascolto.
ResponderEliminarBuona domenica Campirela
Un cuento precioso Campirela. A veces el silencio es reparador. Un abrazo grande y feliz inicio de semana
ResponderEliminarQué bonito relato Campi! Y excelente mensaje.
ResponderEliminarAcompañar en el silencio puede ser muy reparador. Lo grandioso es justamente eso: sentirte acompañado, sentir que te comprenden.
Va mi abrazo
¡Buen domingo! Y a iniciar la semana "con el pie derecho", como decimos por acá.