Durante más de una semana la casa donde ocurrieron los hechos estuvo acordonada hasta que llegaron órdenes de arriba y quitaron la vigilancia, los sollozos y gemidos se oían al oscurecer, nadie se atrevía a subir al piso así pues quedó cerrado con siete cerrojos.
El caso fue archivado.
Al cabo de cinco años apareció una joven periodista que quería información, pues acababa de terminar la carrera y necesitaba una noticia que la impulsará a lo más alto para hacerse un hueco en los informativos de la TV local y sentía una curiosidad por ese caso en particular, ella lo había vivido en plena carrera y tenía muchas incógnitas al respecto sobre la madre.
La joven periodista Natacha, empezó por indagar donde fue a parar la madre de la niña ¿si es que había niña? La policía del pueblo le informa que en el estado en que encontraron a la madre solo había un lugar donde llevarla, al psiquiátrico del condado, estaba 20 millas del lugar.
Natacha cogió su todoterreno y puso marcha directa aquel lugar desolado y tétrico pues se encontraba entre un bosque de pinos en lo más recóndito … Sano desde luego era, pero todo era tan lóbrego que solo el pasear por allí daba escalofríos.
Buenas tardes, soy Natacha me gustaría saber si se encuentra en estas instalaciones Irene Mendizabal Freguar, hace cinco años fue ingresado en estado catatónico y me gustaría saber como ha ido su evolución.
Perdoné señorita, pero es usted familiar.
No, disculpe soy periodista y estoy haciendo un reportaje del suceso y me gustaría saber como se encuentra la principal protagonista, ya sé qué es confidencial, pero quisiera ayudar a esta mujer cuando he leído su caso he visto muchas lagunas, por favor podría ayudarme a contactar con ella si se encuentra en buen estado.
Me pone usted en un compromiso hace cinco años que nadie viene a visitarla y de repente hoy son dos las personas que desean verla...
_¿Cómo dice?. Acaso hay otro periodista que quiere lo mismo que yo.
No, no este es un señor de mediana edad que dice que fue amigo de ella y quería saber, pero no le hemos dejado verla no, nos daba buenas vibraciones.
Eso quiere decir que a mí si me dejaran ... Por favor.
Sí, pero tendrá que verla delante de una celadora.
Lo que usted diga... Muchas gracias.
Natacha cogió su bloc de notas y se dirigió a la sala donde la esperaba aquella mujer, no sabía que se encontraría, dentro de ella sentía como que algo iba a ocurrir.
La sala eran cuatro paredes blancas, una mesa y cuatro sillas nada más. La puerta se abrió y sus ojos quedaron deslumbrados lo que vio la dejó segundos en silencio para después decir un ¿hola!.?
Irene vestía una bata azul con unas zapatillas del mismo color, su cabello era corto y sus manos las llevaba agarradas como si llevase a un bebé...
Se sentó enfrente de Natacha, su mirada era extraña, pero en ella había un pequeño atisbo de ternura.
De repente sus manos las dejo caer como si le pesaran una tonelada y sus ojos manaban las lágrimas más tristes que vi en mi vida.
Mi niña, mi pequeña me la robaron se la llevaron y no pude hacer nada por ella, ellos me la quitaron la querían para ellos, por favor, por favor ayúdeme, nadie me cree, pero yo sé lo que vi durante muchas noches en el espejo a mi niña pidiéndome ayuda y yo no podía hacer nada por ella.
Su voz era desgarradora, Natacha en ese momento se levantó y un acto de ternura la cogió entre sus brazos y la calmo, la celadora al ver ese acercamiento de ambas mujeres las separo, _no se consiente contacto alguno_ de acuerdo, perdone fue un impulso.
Durante una media hora las dos mujeres estuvieron en una charla entrecortada por ausencias de Irene era como si estuviera en una burbuja donde los recuerdos iban y venían, le contó lo que recordaba de ese día, pues solo tenía en la mente el recuerdo del día en que su hija desapareció.
Al salir de la Institución Mental algo le sobrevino a la mente, porque nunca pronunció el nombre de su hija, era extraño siempre decía" mi niña, mi pequeña" bueno tal vez era la forma más amorosa de recordarla ...
Natacha estaba pasando las notas cuando su móvil sonó era un número desconocido, pero aun así lo cogió.
¿Dígame, quién habla?
Hubo unos segundo donde únicamente una respiración se oía, ¿diga?
Hola , soy Ernesto el amigo de Irene, perdone que la haya llamado a su número privado no obstante es muy importante lo que le tengo que contar, por favor deme un minuto y podrá entenderme.
De acuerdo le escucho ya me dirá más tarde como ha conseguido mi número.
Natacha , se acomodó en su sillón y puso la grabadora no quería perderse detalle de esta conversación, usted dirá le dijo con voz contundente.
Hace años que nadie me escucha y usted apareció por suerte para mí y dejar de una vez esta pesadilla que llevo compartiendo solo durante cinco largos años le resumiré en pocas palabras.
Irene la conozco desde que éramos unos niños siempre fue una niña con una imaginación desbordante siempre contando historias de miedo y sobre todo imaginando seres que ningún otro veíamos, pero ella decía que eran tan bien sus amigos. Algunos de los que formamos la pandilla no querían ir con ella pues les daba miedo sus historias y esos personajes que se inventaba, yo señorita siempre estuve enamorado de ella y seguía a su lado, hasta que un buen día hace aproximadamente seis años, estando paseando por el bosque me dijo que había tenido un bebé ...
Se puede imaginar mi sorpresa, si ella nunca estuvo embarazada yo en ese momento la dije¿cómo yo nunca te vi en estado? Ella me miro sorprendente y me contesto _no_ ellos me la han traído me han dicho que es para mí, es un regalo por mis servicios hacia ellos.
¿Quién son ellos? Pues mis amigos los que tú te empeñas en no querer contemplar.
Algo salto dentro de mí y fue cuando empecé a ver claro que ella no estaba bien, sus delirios me superaban y deje de verla poco a poco me fui alejando, no entendía sus salidas nocturnas, tampoco el cambio físico que hubo en ella, hasta el día que paso lo que todos sabemos o creemos saber.
Cuando termino de contar la historia , solo tenía una hipótesis o bien definitivamente Irene estaba loca o alguien contacto con ella ...
La intrépida periodista se leyó todo lo publicado hasta se interesó si había habido algo extraño en aquellos días todo fue normalidad, solo le quedaba ir al piso donde había ocurrido toda trama a ver si se oían los ruidos y gemidos y que de cierto era todo.
Aquel día hacía un viento huracanado, al entrar al portal sintió un escalofrío y las llaves se la cayeron al suelo al levantar la cabeza vio una silueta de un hombre de mediana edad, era Ernesto la estaba esperando para subir con ella.
La casa estaba totalmente vacía solo había el espejo del baño. Allí todavía se podía ver las marcas de las manos de Irene era raro, pero al entrar era como estar en una caja donde te vigilaban desde algún punto. Pero cuál era ese punto y la razón...
La incógnita nunca la supo solo que ella no oyó ruidos, pero si sintió que un Ente extraño vibraba en ese hogar.
Ernesto tembló al entrar no supo que era, sin embargo sintió también algo sobrenatural.
Irene pasó el resto de sus días buscando a su niña, esa pequeña sin nombre.
La ciudad vivió con ese estigma "El grito de una madre"...
Fin.
Campirela_