Relato del jueves(Descubramos el misterio)

          APRISA Y CORRIENDO

Este jueves vuelve a sorprendernos nuestra anfitriona con un reto un tanto arduo, pero si no fuera así, no sería Mag, ella nos deja una serie de locuciones —adjetivos, adverbiales, verbales, conjuntivas…— y otras latinas para elegir de cada grupo una o dos y con ellas formar un relato, así, pues si pincháis en la imagen os llevará a la convocatoria y allí podréis ver las bases para participar. Gracias, vamos a ver que soy capaz de entrelazar, que tenga al menos algo de coherencia.

Mis Locuciones elegidas son:

Dormirse en los laureles;     Corpus delicti(Cuerpo del Delito)

Mosquita muerta;                Ex abrupto(De improviso)

Falsa Apariencia

El primer día que la vi en la oficina me pareció una buena chica, callada, respetuosa y algo tímida. A la hora de la comida la vi sentarse alejada del resto de las compañeras, no pude por más que acercarme y animarla a compartir mesa con el resto. Helena se fue incorporando al grupo, su trabajo era ejemplar, una chica servicial, todos estábamos satisfechos, hasta que un día ocurrió algo que nos hizo sospechar, fue Ex abrupto. Vimos que algunos informes no llegaban a su destino y los clientes comenzaban a estar insatisfecho con nuestro trabajo, nadie sabía qué estaba ocurriendo hasta que, el becario que recogía todos los informes nos confirmó que Helena hacía semanas que no dejaba ningún dosier para ser recogido. ¿Cómo podía ser? ¿Acaso, esa chica eficaz estaba durmiéndose en los laureles? Solo había un modo de averiguarlo, tendría que hablar con ella. Cuando me dirigía a su puesto de trabajo vi algo que me sorprendió, nunca la había visto un mal gesto hacia sus compañeros y lo que vi me hizo cambiar de opinión hacia ella.

Con gestos muy agresivos, se dirigía a la mujer de la limpieza, pero lo peor fue el insulto que salió de su boca. Aquella mosquita muerta, echo sus alas al vuelo, esta vez el Corpus delicti era ella misma, al oír el taconeo de mi paso ligero hacia ellas, se volvió y su rostro fue la máscara del anticristo, aquella dulce mujer era rabia contenida y su belleza se evaporó, no sabía donde meterse ni que decir. El tono de su voz bajo unos decibelios, cuando le dije por qué esa actitud hacia otra empleada, solo dijo que fue una confusión que tenía un mal día, que no volvería a pasar. Helena finalizó su contrato y no le fue renovado, personas con una falsa moral no son convenientes en ningún lado y menos en el trabajo. A veces las apariencias nos engañan, pero nunca por mucho tiempo. Campirela_