Lucha Interna
Sola ante tres puertas y una sola decisión que tomar, el tiempo corría en contra, detrás de cada una de ellas había un destino diferente, ella ya lo sabía.
—La primera puerta, el destino era libertad, podía hacer todo lo que ella deseara, sin condiciones ni obligaciones, pero la llevaba a una soledad absoluta.
— La segunda, la del medio, en ella la esperaba una vida cotidiana de mujer casada, con sus labores, sus quehaceres, tal vez trabajar fuera del hogar y llegar a ser en sus ratos libres ella misma.
—La tercera, esa era la más desconcertante, tendría, de todo, una vida llena de lujos, de fiestas, viajes, pero el amor y la amistad estarían fuera de lugar.
Ella reflexionó durante un tiempo, sentada, mirando por cuál de las tres puertas le daría la felicidad, su lucha interna, la mantenía sumergida en sus pensamientos mezclados con sus emociones, su decisión sería su futuro, aunque este se podría cambiar, nada es para siempre y el destino también se puede modificar.
En esta reflexión, se quedó mirando a la puerta del medio, en ella vio su futuro, no quería riquezas, ni tampoco la absoluta libertad, para qué quieres esos dones, si no puedes compartirlos.
Se levantó despacio, se recompuso la ropa y con pasos firmes si dirigió a su destino, allí detrás de la puerta estaba su tranquilidad, detrás dejaba sus luchas internas.
Liberación
Al cruzar esa puerta sabia su destino, o eso pensaba ella, detrás encontró un hogar, un hombre y unos hijos.
La tranquilidad que esperaba no era tal, pues la vida nunca es tranquila, siempre tiene sobresaltos, en ella los tenía cuidando de su familia, pero la felicidad de tenerlos a su lado era su recompensa.
Fue cuando una tarde recostada en el hombro de su marido, descubrió el sentido real de la vida, cada individuo se forja su destino y este por mucho que pongas tu empeño en ser y hacer feliz, a veces se tuerce.
La vida no es perfecta, tiene sus baches, pero comprendía que es ahí en esos baches cuando la unión de la pareja, familia, amigos hace que sea un poco más liviano.
Liberarse del todo nunca se puede, porque cada día surgen nuevas motivaciones y miedos.
Aquella mujer que se debatió entre tres destinos acertó, en su elección aprendió que la felicidad se construye día a día y con personas que te amen y ames.
Campirela_
NOTA: Estos dos relatos pertenecen a los meses de julio y agosto de la convocatoria de Ginebra, se compone con imágenes que nos deja en su blog formar un texto donde la lucha interna y la liberación de esta nos dé una composición de cada uno de los relatos.
Si pincháis en la prima imagen os llevará a dicha convocatoria y podréis tener todas las bases por si os apetece participar.
Muchas gracias todos.
Gracias Ginebra por tu dedicación y buen hacer. Besos+ abrazos.