Relatos del Jueves (De Elefantes)

 

Este jueves nos vamos a ver a los más grandes mamíferos terrestres de la mano de Myriam, si pinchas en la imagen os llevará a la lista de participantes, mil gracias, espero que disfrutéis de todos los relatos.

El animal terrestre más grande

Estaba más eufórica que en toda mi vida, la noticia que acaba de recibir, era el motivo de ello, el mismo director del periódico me lo comunico.

— Lisa, quiero que dentro de una semana tengas tu pasaporte en regla y te pongas las vacunas necesarias, sales en diez días para Kenya.

—¿Perdona he oído bien, voy a hacer el reportaje que tanto esperado?

—Tú que crees, anda, ve y prepara todo lo necesario, en ti confío que obtengas las mejores fotografías de esos paquidermos.

Mi llegada fue algo ajetreada, el vuelo pésimo, pero las ganas de ver a esos mamíferos enormes no se me quitaron en absoluto. Lo primero al llegar fue darme una ducha, ponerme ropa cómoda, buen calzado, coger mi cámara y salir, eso sí, siempre acompañada de un, guía para explorar la zona.

 El guía era un chico joven, no tendría más de catorce años, muy espabilado y servicial, algo que repase en el avión, fueron algunas palabras del país, tenía siempre presente Jambo, que significa hola, era como que al decirlo me acercaba más a su cultura y forma de vivir.

La salida a la selva fue espectacular, nunca olvidaré, esa inmensa planicie rodeada de animales en plena libertad se queda grabado en la mente, pero también en el corazón.

Mi primera fotografía fue una manada de elefantes con sus crías, asombroso lo que sentí al ver ese orden que guardaban en fila siguiendo a esa hembra elefante grande y hermosa cuidando a su familia, era como visualizar a un clan de familia numerosa de humanos.

El reportaje fue todo un éxito personal, esa semana aprendí tanto de la vida en la selva que algo dentro de mi cambio, sobre todo cuando vi el parto de un nuevo elefante al mundo.

Aprendí de ellos, que igual que su embarazo es muy largo casi dos años, a la hora de parir lleva su ritmo, estuvimos dos largas noches esperando el acontecimiento y en él descubrí como otras elefantas hacían las labores de parteras, ayudando con sus trompas traer la nueva cría a este mundo, la filmación fue toda una aventura.

Al llegar a la redacción las fotografías como la cinta de vídeo nos dejó a todos con la boca abierta, vimos en primera fila lo más bello del mundo, el alumbramiento de un ser vivo, sobre todo la cara de esa madre limpiando y dando calor a su cría.

El parto en sí no duro mucho, pero la antesala fue todo un espectáculo poder presenciarlo, rodeada de naturaleza y una luna que nos brilló durante todo el proceso.

Campirela_