RECUERDOS DE DUNA Y VIENTO
He aprendido a leer el lenguaje del sol y del viento. Cinco años han pasado desde que mis pasos trazaron por primera vez la inmensidad del desierto.
El camello ya no es un extraño, es mi sombra, mi ritmo, mi pausa. No volví a ver a los hombres de azul, pero cada noche, al mirar el cielo cubierto de estrellas, siento que siguen ahí, en alguna parte, como guardianes silenciosos del conocimiento invisible.
El desierto me ha enseñado a no tener prisa. A observar antes de hablar. A beber el agua como se saborea un beso. Camino ligero, sin más equipaje que un cuaderno polvoriento, donde dibujo símbolos y escribo pensamientos que no necesitan explicación.
Un día, en medio de una tormenta de arena, encontré una silueta derrumbada, como un recuerdo enterrado. Era un joven perdido, sus ojos aún llenos de miedo. Me arrodillé junto a él, le ofrecí agua, le cubrí con la manta del camello. No pronuncie palabra. Solo le miró con la calma que da el haber estado ahí.
En ese instante, comprendí el viaje nunca fue para encontrarme, sino para convertirme en puente, en fuego compartido. En hombre de azul, aunque mi túnica fuera del color del tiempo.
Campirela_
¡Qué texto tan brillante! Un viaje para encontarse con uno mismo. Me encanta, y el párrafo último es sobresaliente. Me encanta. Feliz día, querida amiga.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Maite.
ResponderEliminarEste texto lo escribe la segunda vez que leí Tuareg, me gustó muchísimo, la filosofía de los hombres del desierto.
Todos deberíamos hacer un viaje interior descubriríamos y muchas cosas inéditas que ignoramos de nosotros mismos.
Un besote y a refrescarse toca.💦😘😘😘
Que buena historia Campi, me encantó. La vida en el desierto le enseñó a tu protagonista que de nada valen los apuros, es bueno estar al servicio y meditar cada paso, cada paisaje es algo nuevo que la naturaleza regala.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias, mariarosa.
EliminarEn esta vida, cada paso que damos tiene su propia reflexión, por eso él meditar siempre nos ayuda a conocernos un poquito más.
Un besote, feliz día.
Campi qué maravilla de relato, como lo has enlazado con el de hace cinco años y como lo has convertido en un texto digno de ser leído una y otra vez sin prisa, pensando en las claves que nos das , que son las imprescindibles, según mi criterio para andar por este mundo que nos ha tocado vivir.
EliminarInfinitas gracias como lectora y como la organizadora de este Jueves.
Un abrazo grande.
Gracias, a ti, por darnos la oportunidad de echar la vista atrás y retomar resa pequeña historia en la cual hay un desenlace muy positivo para el protagonista.
EliminarY si todas las reflexiones interiores que nos hagamos nos ayudan siempre a mejorar como personas
Un besote, Tracy, feliz semana anfitriona.
😘😘😘🌼
Naquele momento, entendi que a jornada nunca foi feita para me encontrar, mas para me tornar uma ponte, um fogo compartilhado.
ResponderEliminarOlá, querida amiga Campirela!
Resultou numa volta espetacular onde você se viu no crescimento das metáforas dentro do seu próprio ser. Muito lindo.
Uma excelente prosa poética!
Tenha um julho abençoado!
Beijinhos fraternos
Muchas gracias, Roselia
EliminarEl viaje más importante de nuestra vida, es viajar a través de nuestro mundo interior, para conocernos y sentarnos mucho mejor con nosotros mismos.
Un fuerte abrazo, y muy feliz semana 😘😘🌼
Un buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alfredo.
EliminarOtro para ti.
Muy bonito relato con aires poéticos del desierto. En cinco años no ha perdido brillo.
ResponderEliminarBesos dulces Campirela y dulce mes.
Gracias, Dulce.
EliminarLas aventuras del desierto siempre son reflexivas y más en esas dunas y sin un oasis a la vista, la mente reflexiona si o si ajja.
Un beso.
Es cierto lo que dices, el tiempo y las circunstancias nos van enseñando a reflexionar, a no ir cargados con más cosas de las necesarias. Y que tan necesario es compartir.
ResponderEliminarMuy bonito éste que has modificado como el de hace cinco años. Por cierto, entonces tú no partipaste en el de la escalera.Yo he coincido con Tracy.
Besos enormes y que pases una feliz tarde aunque sea tan calurosa.
Gracias María, si tengo esa entrada , pero entendí a Tracy que era la primera entrada del mes de julio de hace cinco años y es esta la que tengo , después vienen las escaleras ajajá.
EliminarNo me hables de calor , que ganitas tengo que llegue el otoño ajajja. Un besazo con ventilador jajaja.
Claro, has entendido bien a Tracy, así es, la primera entrada de Julio.
EliminarUn beso enorme con abanico.
Ajjajaja, la mia es esa, la de las escaleras creo que es la siguiente , pero es mismo el caso es participar y colaborar a que estos jueves sigan en todo su auge. Besotes con tormenta que va a comenzar en nada ... Que llueva por diossssssss
EliminarHola Campi, en tu magnifico texto buscando nuestro yo interior, al decir los hombres de azul me ha venido enseguida la imagen de los Tuareg, tengo los dos libros que se refiere a ellos escritos por Vazquez Figueroa y me encantan asi como la peli.
ResponderEliminarPero en tu relato describes muy bien nuestro recorrido aunque a veces no nos guste mucho lo que vemos, felicidades querida Campi.
Besos.
Esta historia me la inspiraron esos dos libros precisamente
Eliminarme encantan yo tb los tengo , la peli tan bien la he visto .
He de decir verdad, hay cosas que cuando las vemos pensamos que nos somos nosotros , pero sí lo somos con nuestras cosas buenas y malas. Al fin y al cabo todo somos humanos y pecadores , como diria una amiga mia ajja. Un besote.
Magnifico relato, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarPasear la memoria retomando las experiencias es tan interesante como positivo. Para releer y meditar...
Gracias por tus visitas a mi blog, olé tu menda.
Un beso.
Muchas gracias, es cierto que mirarse en nuestro interior nos enseña mucho de nosotros mismos.
EliminarUn besote y muy feliz verano aunque nos asemos de calor.
Lei Tuareg y aun lo recuerdo, tu también pero tu has escrito un poema en prosa, es uno de los textos mas bonitos que he leido, no hoy, desde casi siempre, no tiene drama, no tiene amor, solo tiene un encuentro con nuestro yo pero tan bonito que hay que soñarlo. De verdad que es precioso, lo voy a guardar y cuando pase el verano te pido permiso para publicarlo. Un aplauso y un abrazo
ResponderEliminarGuau, Ester me llenas de alegría, me gustaría más escribir de aventuras , me encanta el misterio que se cierne sobre ellas, y en esta ocasion mira los hombres de azul del desierto tienen algo especial , su filosofía de vida sobre el ayudar al extranjero me fascina , mientras estás en su casa son anfitriones perfectos., en fin que me gustan ajja.
EliminarY por supuesto tienes mi permiso para compartir, todo tuyo. Mil gracias, buenas noches y un besuco incorporado.
Ha sido una delicia leer tu texto, breve pero profundamente simbólico, que habla de transformación, silencio, tiempo, y del valor de estar ahí para otros. Los tuareg son misteriosos y a la vez cercanos y acogedores, gracias por recordárnoslo en este bello relato. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, es cierto que estos hombres de azul , son misteriosos y a la vez con una manera de ofrecer su hospitalidad muy especial.
EliminarUn abrazote ,muy feliz noche.
Me encantó tu historia Campirela, encierra mucha magia, un aire mistico, hermosa realmente, un abrazo grande.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Muchas gracias por verle, de ese modo. Te dejo mi abrazo y beso,
EliminarMuy feliz mes de julio , aquí asándonos de calor.
Que gusto leerte, hay historias que nos transporta a otros mundos y al leerte tu lo has hecho, por todo ello mil gracias! Besos buen y feliz verano.
ResponderEliminarGracias a ti Enca.
ResponderEliminarPoder compartir aventuras aunque sean ficticias es un placer, nos transportan a otros mundos imaginaros.
Un besote y muy feliz very para ta bien.😘😘
Hola Campi. Puede sonar repetitivo pero...¡Preciosa historia!
ResponderEliminarYa te lo han dicho pero es que este texto es así, precioso, con mucho simbolismo, sin que falte un tono misterioso, mágico casi.
No sé como decirte que ME ENCANTÓ.
Va mi abrazo con admiración ¡Feliz miércoles!
Ya me lo dices jajajá, y yo te lo agradezco infinitamente. Me alegra que te haya gustado , cuando las cosas se hacen con cariño suelen salir bien. Un besazo con todo cariño.
EliminarPura magia mi Campi, profundo,como místico..
ResponderEliminarPrecioso relato mi niña!
besitos!
Mil gracias mi Lunita.
EliminarLa magia siempre la ponéis vosotros en vuestros comentarios. Un besazo, preciosa muakkkk
estar solo en el desierto da un conocimiento profundo de las cosas que termina ayudándonos en todo sentido a nosotros mismos.
ResponderEliminarun beso.
Así es, la soledad en cualquier lugar nos enseña va conocernos y valorarlo.
EliminarUn beso, buen día.
Este texto me ha gustado mucho Campirela. Te ha salido del corazón como muchas cosas que escribes.
ResponderEliminarTe envío un saludo con aire acondicionado por lo del desierto.
Besos
Y yo te agradezco este saludo con aire acondicionado ,es o es abrasador amigo. Gracias, por tus palabras.
EliminarUn abrazo Buscador.
Me gusta cómo has conseguido transmitir el aprendizaje por el que ese viajero fue recorriendo, Campi. Unido al desierto y sus misterios, la paciencia y la empatia, el silencio y la experiencia, avanza hacia la sabiduría, verdadero destino de la vida humana. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Neo, la continuación del texto de hace cinco años, tenía que ser asi, un aprendizaje en la soledad del desierto.
EliminarBesotes y feliz semana.
Está sembrada de poesía tu prosa, amiga. Lo dicho, tienes todos los recursos y a cualquier propuesta te le animas.
ResponderEliminarBravo una vez más.
Ajajá, bueno no te creas, la poesía es un arte grande y no rimo muy bien que se diga, ahora juntar letras y soñar eso se me da de miedo ajajja.
EliminarUn besote, y muchas gracias, por tu amabilidad.
Qué texto tan emotivo, profundo y bello Campirela, además de esperanzador. Fuiste como dices el puente que le dió aliento en un momento tan desolador.
ResponderEliminarUna auténtica maravilla.
Un abrazo
Gracias, Nuria.
EliminarEn su día mi inspiró la novela de Tuareg, y lo demás fue guiarme en su forma de esos hombres del desierto en actuar con sus huéspedes.
Un besote y muy feliz fin de semana 😘😘
Si, una bella escena de rescate, salvar a alguien que esta en esa penuria en un desierto, puede ser efectivamente una especie de destinos que se cruzan.
ResponderEliminarGracias, José.
EliminarSalvar alguien en circunstancias abversa siempre es un deber hacia el prójimo.
Un abrazo.
Cómo me encantan tus relatos llenos de magia, con esas descripciones tan claras que te hablan del tiempo..,es como estar inmersa en tu texto...preciosoo"" besoss
ResponderEliminarGracias, Diva, eso sí que es bonito que cuando leas algo te metas en la historia y seas la protagonista ajjaj.
EliminarUn besazo con todo cariño.
Magnífico texto, Campi.
ResponderEliminarMuy poético y sentido. Es como un cierre del círculo, pero un cierre después de haberlo recorrido y aprendido de él, todo entero.
Abrazoo, Campii
Gracias, sinceras Gabi.
EliminarCreo que después de cinco años en desierto aprendió, encontrarse y mostrarse un ser nuevo ante los demás
Un brazote.
las personas que po el mundo caminan en soledad van ligeras de equipaje, les une además la hospitalidad y la solidaridad en cuanquier circunstancia, es una ley no escrita
ResponderEliminarTal cual lo creo así Rodolfo
EliminarLa soledad le un matiz especial al comportamiento con los demás.
Supongo que la pandemia se sintió como una travesía en el desierto. Parece mentira que hayan pasado solo 5 años...
ResponderEliminarUn besazo!
El tiempo vuela y nosotros nos aferramos a él.
EliminarEl desierto es terapia para saber el destino interior del ser humano.
Un fuerte abrazo y muy feliz domingo.
Precioso! Enorme este relato... ❤❤❤👏👏👏
ResponderEliminarGracias, Galilea.
EliminarFeliz semana con calor, pero contentos jajajá.