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miércoles, 29 de enero de 2025

«Cada jueves un relato» «El gran Premio»

        Si pincháis en la imagen os llevará a la convocatoria  muchas gracias.

EL GRAN PREMIO

 

¡Hola a tod@s! El argumento sobre el que propongo desarrollar la acción consiste en encontrarse un décimo de lotería donde menos te lo esperas:

-La calle, una parada de autobús, la zona de inodoros de un aseo público, el Metro, un vagón de tren, una tienda a pie de calle, una estación de esquí muy concurrida, el vestíbulo de un hotel o de un rascacielos donde entra y sale gente cada segundo…

Cualquier otro escenario es válido. Vuestra imaginación decide.

Aclaraciones:

1-Cuando encuentras el décimo y antes de tomar ninguna acción, compruebas si está premiado y en efecto lo está. Es el primer premio.

2-El décimo premiado caduca ese mismo día.

3-Su despistado propietario lo habría conservado durante todo el tiempo hasta la caducidad o justo ese día había decidido salir a cobrarlo. Puede ser también que el sorteo se celebre ese mismo día.

Dentro de la trama, tu situación en la vida acepta varias opciones, las que se te ocurran. Como ayuda os digo unas cuantas posibles. Eres:

Un indigente     Una persona acomodada    Miembro de una ONG    Parado de larga duración   Enfermo terminal   Empleado de una oficina de objetos perdidos

El Despiste

La víspera tan ansiada por todos los trabajadores era el día de la lotería, desde hacía más de tres décadas el jefe y dueño de la fábrica repartía un décimo para cada empleado. Junto a la cesta de Navidad, en un sobredorado iba el correspondiente décimo.

Juan, era el hombre más despistado del mundo y cuando dejo la cesta de Navidad encima de la encimera olvido guardar el sobre con su décimo, el día de la lotería  todos los empleados estaban pendientes de las voces del los niños de san Ildefonso, cuando oyeron cantar el número 28345 aquello fue una algarabía les había tocado el gordo de Navidad.

Cuando llego a su casa a por el número de lotería, fue que se dio cuenta de que no sabía donde lo había depositado, no se atrevió a decir nada a su madre, guardo silencio y su alegría se desvaneció.

Sus compañeros festejaron con una cena de empresa a la cual él no quiso asistir, pues su cuerpo no estaba para fiestas, se flagelaba de su mala suerte, o tal vez de su mala cabeza, de no poner más atención a donde dejaba las cosas.

Asi paso el tiempo,sus compañeros sabían que algo le pasaba y entre todos decidieron dar un dinero para qué la pena fuera menor. Él no sabía como agradecer tanta gratitud y no quiso aceptarlo, pues cada uno de ellos tenía muchos agujeros que tapar.

El último día de cobro de la lotería, Juan llevaba puesto la misma cazadora que el día que le dieron la cesta de Navidad, cuando fue a meter la mano en el bolsillo de dentro del forro, sus yemas tocaron algo, este con sus dedos lo fue sacando y vio que allí estaba su décimo, dio un salto que casi se cae al suelo  no daba crédito fue cuando su mente le trajo el recuerdo que lo había guardado tan bien que ni se acordaba donde lo había dejado.

Fue corriendo hacia la primera administración y esta le dijo, te quedan menos de media hora hasta el cierre del banco.

Asi fue como Juan aprendió a ser más responsable de donde dejar las cosas.

Campirela_




domingo, 26 de enero de 2025

Para ti Iván

 Hola, con todas mis energías, esta carta solo pretende dejar por escrito aquello que  todos te repetimos y sinceramente, tienes que estar cansado de escuchar.

Hace poco más de un mes que tu vida dio un giro, en décimas cambió tu futuro, ese que trabajas a diario para conseguir tus sueños.

Hoy estás atravesando momentos complicados, pero no insalvables, sé que cuesta  adaptarse a esta nueva situación, todo se ha ido a la mierda, dilo alto y claro, enfádate con el universo, saca tu rabia, y luego respira,  mira a tu alrededor, y dime que ves.

Sí, ves amor, cariño, amistad, entre todos pondremos nuestro granito de arena y formaremos una gran cadena, donde puedas apoyarte y comenzar a dar esos primeros pasos, los que te llevarán a dar los siguientes.

Mi chavalote, quiero ver en ti esa fuerza y nobleza arriba del todo y cuando decaiga, que decaerá pienses en las personas que te queremos, que somos tu colchón y este no dejará que llegues al suelo.

Mi carta la voy cerrando, no mi corazón y mi cariño hacia ti. Hoy te dejo mil sonrisas, un abanico de emociones y todo un firmamento de cosas por ir descubriendo las cuales, te llevarán a esa meta, que está en tu mente.

Para ti, que estás letras, las recojas y las guardes, sean el talismán de tu recuperación, sé que dentro de un tiempo, todo esto será una etapa de la vida, que nos habrá enseñado a confiar más en el ser humano y al amor incondicional de nuestros seres queridos.

Campi_





miércoles, 22 de enero de 2025

Relato de los jueves ( Miedo a la Oscuridad)

 

Pinchas en la imagen os llevará a la convocatoria de Nuria" Bitácora Literaria"

"Deja que el terror forme parte de esta bonita noche". 

Les invito a crear un relato que no supere las 350 palabras, (ya saben que así nos facilita tanto la lectura como la reciprocidad) inspirado en una situación de miedo, pánico, o terror. Ese miedo ante la oscuridad que nos envuelve, o acecha, o en algunas ocasiones nuestra propia imaginación cree ver.

"Los monstruos y los fantasmas son reales. Viven dentro de nosotros. Y, a veces, ganan". (Stephen King)

En algún momento de nuestra vida todos hemos sentido ese miedo a ese rincón oscuro, ese halo tenebroso, esa ansiedad que te domina ante lo desconocido que se oculta en la oscuridad, o incluso, ¿por qué no? Ante uno de los personajes creado por nuestro compañero Demiurgo, la bruja Sephora.

"Las sombras murmuran, la niebla responde; la oscuridad ronronea como los suspiros de medianoche". 

Para facilitarles un poco la inspiración, (aunque sé que no lo necesitan) les comparto algunas de las imágenes obtenidas en internet.


                                 Imagen elegida de la propuesta por Nuria.

La Muñeca

Las noches para Sheila eran pesadillas, temía irse a dormir, aunque dejaba la luz encendida, al llegar la madrugada, alguien habría la puerta y una mano sigilosa apagaba la luz y cerraba la puerta.
Era en ese instante cuando se despertaba, solo le daba tiempo a ver la mitad de un brazo y unos dedos alargados.
Se refugiaba en su propio cuerpecito hasta que un día su muñeca cayó al suelo y esta abrió los ojos, se iluminaron  y le sirvieron de linterna.
En un primer momento, sé astuto, más cuando su muñeca se levantó, como si fuera un ser liliputiense la hablo.
-No temas, de mí no tienes que tener miedo, debemos salir de este cuarto, sal de la cama y ven conmigo, yo te guiaré.
-¿Pero cómo, me vas a ayudar? Tú  solo eres una muñeca parlanchina.
-¡No me insultes, Sheila, soy algo más!
-Vale, perdona, pero donde quieres ir a estas horas, todos duermen me van a regañar
-No, todos no duermen, esa mano anda despierta.
La niña y su muñeca salieron del cuarto, los ojos de la muñeca eran dos faroles rojos que iluminaban un camino, pero este no era el de su casa, ¿por qué camino la llevaría aquel ser diminuto?
Aquella oscuridad  horrorizaba a la pequeña que sentía temblar su cuerpo, andaba por hojarasca secas y un viento calaba su pequeño cuerpo, oía extraños sonidos y en esa ceguera total salvo los dos faroles rojos de los ojos de su pequeña compañía  todo era negro, escabroso, hasta que llegaron a lo alto de un molino.
Allí, cansada de la caminata, le dijo a su acompañante.
-¿Esta no es mi casa? ¿Dónde me has traído?
-Una risa macabra salió de aquel ser de ojos infernales, estás en mi inframundo
-Qué mundo es, yo solo quiero irme a mi casa
- Nunca regresarás, solo hay una posibilidad y será que me des tu alma 
- Y como podría ser, yo no quiero morir
- No hace falta, me harás un juramento, cuando cumplas dieciocho años, tu cuerpo me pertenecerá, nadie notará la diferencia  y a cambio serás inmortal.
... Años después.
Sonó el despertador, eran las ocho de la mañana, 
-Sheila, llegas tarde, levanta que hoy es tu primer día en la universidad, y no da buena imagen ser la última en llegar.
Sheila se miró al espejo y en décimas de segundos estaba radiante, con unos ojos brillantes de fuego preparada para cazar  nuevas almas para su inframundo.
Campirela_









martes, 14 de enero de 2025

Relatos de los jueves "SOUVENIR"

 Como es costumbre, si pinchan en la imagen les llevará a la lista de los participantes, muchas gracias.

Bueno esté jueves las chicas de Artesanos de la Palabra, nos proponen un texto donde el tema principal sea esos regalos u objetos que se dejan en cualquier sitio o lugar sin medir las consecuencias que pudieran tener.

En este caso fue un corredor de fondo que sin previo aviso se despojó de sus sudados calcetines sin el mayor miramiento y los dejo en un banco de un parque al lado de una de las anfitrionas, "se puede ser más guarrete" pues vamos a ver si entre todos los que participemos somos capaces de recordar alguna cosa parecida o, sino,  ¿para qué queremos nuestra imaginación? Pues nada lo dicho, vamos a ver que se me ocurre para este jueves de relatos. Muchas gracias,  por vuestra atención y compañía.

Un encuentro Extraño

Aquel día de lluvia y frío no se me olvidará, por varias razones, unas más bonitas que otras, pero os cuento.

La lluvia caía a cántaros y el paraguas apenas cubría mi cuerpo, mis manos ocupadas, una con el paraguas y la otra con la bolsa de la compra.

Faltando un trecho para llegar a casa, iba tan empapada de agua que el frío me calo hasta los huesos, asi que decidí pasar a una cafetería y tomarte un café bien caliente.

Me fui a la mesa del fondo, deje el paraguas en el paragüero y mi bolsa de la compra al lado.

No había mucha gente, una pareja y un señor entrado en años. 

Este me dio mala espina, pues su aspecto era sobrio y su mirada tenebrosa, parecía sacado de una novela negra, llevaba una gabardina, algo sucia por cierto y sus manos las tenía metidas en los bolsillos, era como que mascullaba algo.

En unos minutos la cafetería se vio envuelta de agentes policiales pidiendo la documentación, en ese instante vi que aquel hombre de la gabardina se iba directo al baño, pero no al de caballeros, sino al de mujeres.

Mi instinto me dijo que aquel hombre no solo era sospechoso de algo, sino que huía de algo. Los policías me pidieron la documentación y me dijeron que si había visto algo sospechoso, cuando iba a decir lo del hombre de la gabardina, vi como que desde la puerta del baño me hacía una señal de silencio, era extraño el mal presentimiento que me había causado a primera vista se esfumó y solo vi un pobre hombre acorralado.

-No, señor agente, desde que estoy aquí, todo tranquilo¿acaso tenemos que evacuar la zona?

-No, señora, es pura rutina, siga con su café, buenos días.

Regreso la tranquilidad y en la cafetería solo quedábamos dos camareros y aquel personaje un tanto misterios y yo.

El hombre salió, con sus manos en el bolsillo, y con miedo en sus ojos, se acercó a mi mesa, y con una exquisita educación me pidió permiso para sentarse.

Accedí, la curiosidad era grande, pues mi impresión sobre él, cambio de repente, aquella voz no era de un indigente, tal vez su historia era digna de ser escuchada.

Paso más de una hora y Ernesto, me contó las desgracias que da la vida, la ruina y un divorcio le dejo en la calle, sus amigos adinerados le dieron la espalda y solo tenía la ayuda del gobierno y esta no era gran cosa.

Una vez cuando supe toda su historia le pedí perdón por mis pensamientos a primera vista, él me sonrió y en sus ojos vi por primera vez un halo de luz.

Me ausenté al baño, y los cinco mínimos que tarde fueron suficientes para ver que aquel hombre necesitaba ayuda y rápida, cuando llegara a casa me pondría en contacto con los servicios sociales, algo tendría que hacer por él.

Pero mi sorpresa fue mayor, la silla estaba vacía y encima de la mesa había  un sobre, algo mugriento, pero con una caligrafía perfecta, donde ponía... Para ti Elena.

En él había una dirección, una llave, y unas palabras.

-Todo lo que halles en el cofre es para ti, son mis pertenencias. Ernesto. 

Aquello tuve que asimilarlo, paso una semana hasta que decidí ir a esa dirección, era una casa antigua, bien conservada, entre y encima de una cómoda estaba el cofre y dentro de este, un camafeo con una imagen de una dama, y  un sobre cerrado.

<Encuéntrala y dila que nunca deje de pensar en ella, yo no robe las joyas, todo fue una trampa>

Aquel souvenir que me dejo, fue toda una aventura, pero he de deciros que aunque mugriento aquel sobre, en él había más que palabras, bajo las letras descubrí tiempo después, que se hallaban  las claves de robo del  que injustamente fue acusado.

Campirela_

                                        Gracias, Artesanos de la Palabra




miércoles, 8 de enero de 2025

Este jueves relato: "Ensalada de pimientos"

      Pinchen en la imagen encontrarán todos los participantes, gracias.


Primero antes que nada ¡¡¡Muy feliz año nuevo para todos!!! Estuve un poco desaparecida, entre visitas de familiares y viajes por las fiestas no me he podido conectar. Para este jueves 9/01/2025 les traigo como propuesta "Ensalada de pimientos" y a que voy con esto: les propongo que elijan un pimiento o más si quieren y deben incluirlo en el texto que desarrollen, la historia puede o no ser referida a la cocina, pero en ella debe estar incluido el pimiento en cuestión y una leve descripción de sus características particulares. Dejen volar la imaginación y veremos que surgen de estos sabores dulces, picantes, de los colores, texturas, aromas, etc. En lo posible no excederse de las 350 palabras y a medida que me vayan pasando los relatos los iré cargando en la lista.

¡Feliz de poder regresar.! ¡Besos por ahí!!! Mari.

Me Importa Un Pimiento... 

Queridos amigos, la historia que os voy a contar tiene mucha enjundia, y ya veréis el porqué, yo soy de campo, más que las amapolas y mi padre desde chico me llevo con él a trabajar.

Yo era y sigo siendo un hombre distraído, eso si cabal como el que más.

En verano, era tiempo de recolectar los pimientos verdes, rojos y amarillos, ya maduros, en esto que ando yo, con sumo cuidado con mis manos sacando el pimiento de su pedúnculo, cuando oigo un grito leve, pero grito al fin y al cabo, me giro y no había nadie detrás. A mi lado estaba aquella chiquilla que andaba tras de ella, pensé, ¿se habrá cortado? La miro y ella seguía a lo suyo, vamos que en mí ni se había fijado.

Sigo con mi tarea y al cortar otro pimiento, este era amarillo, oí otro grito, más fino, ya me estaba  mosqueando, con tanta broma, nada había cambiado, nadie estaba a mi lado, hasta Elena que  asi se llamaba mi enamorada, se había marchado.

Total que cuando iba terminando llego al pimiento verde, qué grande era, cuando lo cojo entre mis manos, antes de arrancarlo, oigo otro grito, y esta vez salía del pimiento, le suelto y él muy atrevido me salta.

¡A ver rapaz un poco más de sensibilidad!

Mi cabeza me estallaba y os juro por todos los Santos, que ni una gota de vino había tomado.

Me le quedó mirando, y veo que revolotea, y a mis manos llega, y el muy cabrito, me dice:

-Anda muchacho méteme en la caja y tira para delante que como te quedes embobado no me van a enlatar en un año.

-Peroo, tú hablas

-Mudo no soy

-perooo, no pude ser

-¡como que no! Harto, estoy de oír a los humanos vocear, y no te entretengas que quiero llegar al almacén para que me limpien y me pongan en esa lata que después bien rico me has de comer.

Solo os puedo decir que desde aquel día ir al huerto es un placer, pues he descubierto que tengo ese don de  poder oír cada una de las hortalizas que allí se cultiva, ellas saben hablar, eso sí, por el momento y han pasado años, solo yo las oigo, todo lo que me cuentan sirve para ser el intermediario entre ellas y el agricultor.

Nota: Información de la Red

Los pimientos poseen una serie de propiedades beneficiosas para la salud consecuencia de su composición. Son alimentos ricos en fibra, en folatos, en vitaminas y antioxidantes, sobre todo en vitamina C. Poseen capsaicina, de acción antibiótica, analgésica y estimulante de la mucosa gástrica y de la vesícula biliar.

Campirela_